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Tensión en Bangkok tras choques mortíferos
Estos choques callejeros son los más mortíferos en cerca de veinte años en Tailandia, un reino sacudido por las crisis políticas repetidas desde mediados de la primera década de este siglo.
"Guerra civil", "Baño de sangre", "Nuestra hora más negra", titulaban este domingo los diarios publicados en Bangkok, sobre fondo de fotos de manifestante so soldados ensangrentados.
El último balance de los servicios de socorro de emergencia señalaba la muerte de 14 civiles, entre ellos un cámara japonés de la agencia Reuters, y cinco soldados. Al menos 825 personas resultaron heridas de mayor o menor gravedad.
Los choques del sábado se produjeron tras casi un mes de manifestaciones pacíficas organizadas por "los camisas rojas", nombre de los seguidores del ex primer ministro exilado Thaksin Shinawatra, apartado del poder en 2006 por un golpe de Estado militar.
Los "rojos" del Frente Unido para la Democracia contra la Dictadura (UDD) reclaman elecciones legislativas anticipadas y consideran totalmente ilegítimo a Abhisit Vejjajiva, al frente del Gobierno desde diciembre de 2008.
Apoyado hasta ahora por el Ejército, Vejjajiva se ha negado a dimitir en una breve intervención leída por televisión la noche del sábado. "Mi Gobierno y yo seguiremos trabajando para solventar la situación", declaró, y evocó una "investigación independiente" para designar a los responsables del drama.
Un portavoz del Gobierno, Panitan Wattanayagorn, indicó este domingo que las fuerzas del orden tenían consigna de "guardar distancias con los manifestantes" con el fin de que "la situación no degenere más".
Las calles de la capital estaban tranquilas por la mañana, sobre todo la parte vieja de la ciudad, donde se habían concentrado los enfrentamientos el sábado, comprobó una periodista de la AFP.
No obstante, miles de "rojos" seguían ocupando el barrio comercial y turístico de Ratchaprasong, donde los centros comerciales llevan cerrados ocho días. Afirmaban su determinación de quedarse "mientras Abhisit no se marche".
Uno de sus dirigentes, Jatuporn Prompan, instó implícitamente al rey Bhumibol, personalidad inmensamente venerada en el país, a intervenir para buscar una solución a la crisis.
"¿Alguien va a informar al rey de que sus hijos son ejecutados en medio de la carretera sin justicia?", proclamó.
El monarca en ejercicio con más antigüedad en el mundo, de 82 años, lleva hospitalizado desde septiembre y no ha intervenido en la crisis.
Por su parte, la Casa Blanca ha pedido calma. "Deploramos esta explosión de violencia (...) y pedimos negociaciones de buena fe entre las partes para resolver pacíficamente las dificultades", declaró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Mike Hammer.
La situación se calmó la noche del sábado cuando el Ejército decretó una tregua después de llegar a la conclusión de que no podía ganar la batalla iniciada unas horas antes. "No hay ningún sitio para protegerse. No se puede hacer nada", admitió el general Anupong Paojinda, el jefe del Ejército.
Los "rojos" acusaron a los militares de emplear "armas de guerra" contra "unos manifestantes desarmados". testigos indicaron en cambio que algunos manifestantes también había recurrido a armas de fuego y artefactos incendiarios
La mayoría de los muertos presentaban heridas de balas, según los servicios de socorro.