Global

El Nobel de la Paz, un premio con luces, sombras y graves olvidos



    La inesperada concesión del Nobel de la Paz a Barack Obama, que le será entregado hoy jueves, ha vuelto a poner de actualidad la historia del comité Nobel noruego, responsable de un galardón más que centenario mancillado a lo largo de su historia por polémicas, olvidos y discrepancias.

    Cuando se dio a conocer el nombre del presidente estadounidense, el 9 de octubre, un murmullo de sorpresa recorrió el Instituto Nobel de Oslo. Igualmente, y con tan sólo nueve meses de permanencia en la Casa Blanca, el propio galardonado se mostró sorprendido mientras numerosos comentaristas juzgaron ese premio "prematuro".

    Ahora, su decisión de enviar 30.000 soldados suplementarios a Afganistán, anunciada nueve días antes de la fecha en que le será entregado el Nobel, sólo acrecienta la polémica.

    El Nobel de la polémica

    Sin embargo, no es la primera vez que el comité Nobel, formado por cinco personalidades designadas por el Parlamento noruego, levanta controversias desde la creación del galardón, en 1901. "La primera surgió en 1906 con Theodore Roosevelt", explica el especialista en la historia del Nobel, Asle Sveen, porque pese a su mediación en la guerra ruso-japonesa, ese presidente estadounidense fue un adicto a la política de la fuerza.

    En 1919, el Nobel le fue atribuido a uno de sus sucesores, Thomas Woodrow Wilson, pese a las amenazas de dimisión de uno de los miembros del comité, contrario a ese Tratado de Versalles que favoreció la Segunda Guerra Mundial y en cuya creación participó el mandatario estadounidense.

    El premio de 1935 fue para el militante antinazi Carl von Ossietzky, prisionero en un campo de concentración de Hitler. Pero dos miembros del comité se retiraron antes de la toma de la decisión final para no dar la impresión de que el gobierno noruego la compartía. "Hitler prohibió a todos los alemanes aceptar el premio Nobel y para no enfadarle, el rey noruego se abstuvo de participar en la ceremonia oficial de entrega", recuerda Sveen.

    Para Geir Lundestad, actual director del Instituto Nobel, "puede ser el premio más controvertido de todos pero también el más famoso".

    Gandhi, el olvidado

    Por el contrario, el jurado de Nobel ignoró a Gandhi, "su mayor pecado, cometido por omisión", según Lundestad. "Fue el mayor hombre de paz del siglo XX y es evidentemente algo triste que no haya tenido el Nobel", admite el director. El comité se mostró dispuesto a concedérselo en 1948, el año de su asesinato, pero renunció al final para no atribuir el galardón a título póstumo.

    "El premio Nobel de la guerra", tituló el diario New York Times el galardón de 1973, atribuido al vietnamita Le Duc Tho y al estadounidense Henry Kissinger. Le Duc Tho, que ya planificaba la gran ofensiva de 1975, ha sido el único en rechazar el Nobel de la Paz. Kissinger propuso en vano devolverlo y dos miembros del comité dimitieron. "Se esperaba alentar un proceso de paz pero fue un fracaso total", dice Sveen.

    En 1974 las cosas no fueron mucho mejores. El primer ministro japonés, Eisaku Sato, vio recompensados sus presuntos esfuerzos contra la proliferación. Favorable al escudo nuclear estadounidense, en verdad consideraba la oposición al arma atómica como un "sin sentido".

    En 1994, el premio recompensó los acuerdos de paz israelo-palestinos concluidos el año anterior. Y, de nuevo, un miembro del comité dimitió porque se premió junto a los israelíes Shimon Peres e Isaac Rabin, al palestino Yasser Arafat, considerado entonces por muchos como un terrorista. "Obama no es tan controvertido como todos esos precedentes pero su premio tiene una parte polémica que el futuro balance de su gestión podrá acallar o amplificar", vaticina Sveen.