Cientos de personas siguen desaparecidas en Taiwán
Morakot, que pasó por Taiwán el fin de semana, causó unos 70 muertos en toda la isla y provocó unas pérdidas agrícolas de más de 9.000 millones de dólares taiwaneses (unos 194 millones de euros). Más de 100 personas han muerto en Asia por el tifón y la tormenta tropical Etau.
Pero varios cientos de personas consideradas inicialmente como desaparecidas aparecieron con vida en áreas donde las carreteras habían quedado destrozadas y el acceso estaba restringido a helicópteros.
El Gobierno envió fuerzas especiales con teléfonos por satélite a las zonas más afectadas.
"Estamos ansiosos por hacer lo que podamos para sacar a las personas atrapadas", dijo Hu Jui-chou, un oficial del Ejército involucrado en el trabajo de rescate. "Las esperanzas son menores a medida que pasan los días".
Hu dijo que es incierto cuántas personas pueden estar sepultadas por el alud y posiblemente muertas en pueblos remotos del sur de Taiwán.
Más de 200 habitantes de Hsiao Lin, un pueblo en el condado de Kaohsiung, fueron hallados a salvo. Pero las autoridades dijeron que no sabían cuántos de sus 1.000 habitantes registrados estaban presentes cuando llegó la lengua de barro.
Otros cientos fueron encontrados con vida en varios pueblos. Los supervivientes dijeron que subieron a zonas más altas antes de que las olas de barro y piedras llegaran a sus hogares.
"Tengo que decir que me siento muy bien de estar vivo", dijo Lin Dong-wen, de 45 años y oriundo de Namahsia, sentado frente a una pila de medicamentos después de ser trasladado por un helicóptero de rescate.
"Si me hubieran dejado más tiempo allí, no hubiera sobrevivido. Vi el alud llegar", agregó después de llegar a Cishan, el centro del operativo de rescate. "Fue realmente enorme, me desmayé. Cuando desperté, había barro por todos lados y tuve que trepar sobre él".
Los helicópteros lanzaron comida y suministros a los supervivientes que lograron subir a las colinas. Las lluvias torrenciales provocadas por el tifón desataron aludes que destrozaron pueblos, rutas y puentes.