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Pulso de poderes en Honduras bajo la atenta mirada de los militares
El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ha vuelto a desafiar esta semana a la justicia y al Congreso hondureños, que han tildado de "ilegal" la consulta del domingo para pedir a la población si quiere una reforma de la Constitución, ante el ruido de sables de los militares, que han salido a la calle.
A primeras horas del jueves, cientos de militares fueron desplegados por unas horas por varios puntos de la capital, cuyas principales instituciones estaban vigiladas por soldados fuertemente armados, mientras la capital recuperaba la calma al final de la tarde. "Se hicieron algunas movilizaciones muy temprano de la mañana porque se tenía información que algunos grupos querían causar disturbios", ha explicado el portavoz castrense, teniente coronel Ramiro Archaga.
Zelaya había destituido el miércoles al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Romeo Vásquez, al negarse a acatar la orden de repartir las urnas y el material electoral para el domingo. Toda la cúpula militar y el ministro de Defensa, Edmundo Orellana renunciaron a sus cargos en solidaridad con Vásquez.
"La consulta del domingo no se para"
La Corte Suprema de Justicia, en una decisión unánime, ordenó este jueves al presidente a que restituya a Vásquez en su cargo, mientras el Congreso Nacional, en una sesión extraordinaria, también adoptó un decreto en el que rechaza dicha destitución.
"La consulta del domingo no se para", sentenció Zelaya quien, en abierto desafío y una clara lucha de poderes, y acompañado por centenares de seguidores forzó los portones de la base aérea militar Acosta Mejía, en un costado del aeropuerto de Toncontin de la capital, después de conocer las decisiones del resto de los poderes del Estado.
El propio presidente cargó las cajas con el material y las urnas que llegaron en un avión procedente de Venezuela, según fuentes de la base, para trasladarlas a la Casa Presidencial, único lugar, según él, donde iban a estar seguras antes de empezar a distribuirlas el viernes. Horas antes, fiscales del Ministerio Público y magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se habían trasladado a la base aérea para decomisar el material de la encuesta que había sido declarada ilegal.
Zelaya aspira a modificar la Carta Magna para permitir la reelección presidencial, pero esa iniciativa ha sido tachada de "ilegal" por el Tribunal Supremo de Elecciones, el Congreso y la Fiscalía, además de la mayoría de las organizaciones sociales.
No habrá golpe de Estado
No obstante, la salida de militares a las calles de la capital hondureña hizo que surgieran rumores de un golpe de Estado, y de que el presidente del Congreso, Ricardo Michelletti, podría asumir de forma interina el cargo, pero esa posibilidad fue desestimada por Eddy Ordóñez, miembro del Partido Liberal (al que pertenece Zelaya) y del movimiento Generación por el Cambio, quien consideró que ese planteamiento fue utilizado por el Presidente para "victimizarse", ya que ninguna de las autoridades ni civiles, ni militares, estaban interesadas en irrespetar la ley.
Agregó que tenía conocimiento que el general Vásquez, se encontraba con todos los miembros del Estado Mayor Conjunto, ?atrincherado? en las instalaciones militares.
Las fuerzas militares se desplegaron en distintos puntos de Tegucigalpa, al conocerse la separación del general Vásquez, bajo el argumento de prevenir cualquier enfrentamiento entre grupos que apoyan a Zelaya y los que cuestionan su decisión de impulsar la consulta.