La firma asumirá un coste de 200 millones en la operación, de los que 150 millones se destinarán a tapar agujeros.La familia Espírito Santo está a punto de cerrar la segunda operación de venta esta semana para intentar evitar la quiebra de su holding industrial. La entidad ultima las negociaciones para que Apollo selle un acuerdo definitivo para adquirir su filial aseguradora Tranquilidades por unos 50 millones de euros. El fondo norteamericano, además, se ha comprometido a inyectar 150 millones en esta franquicia tras la compra para elevar sus ratios de capital, según adelantó ayer Jornal de Negocios. Esta semana Espírito Santo Financial Group, en concurso de acreedores, alcanzó un pacto con el mexicano Angeles para que se hiciera con el control de su red de hospitales. La firma azteca lanzará una oferta pública por 410 millones. La familia portuguesa, que fue apartada del BES por las vinculaciones entre el banco y su conglomerado industrial, está acelerando las desinversiones para poder salvar al máximo posible su emporio. Tienen a la venta, por ejemplo, su división de hoteles Tivoli, por la que puja la cadena española Iberostar. La inyección que tiene previsto realizar Apollo en Tranquilidade una vez se haga efectiva la transacción tiene por objeto restaurar las ratios de solvencia por encima del mínimo recomendado por el Instituto de Seguros de Portugal (ISP). A finales del año pasado, el coeficiente de solvencia de la aseguradora era 158 por ciento. El holding de los Espírito Santo ha seleccionado la propuesta de Apollo después de efectuar un proceso competitivo, en el que han participado otros fondos y empresas internacionales. En un principio, fue ofrecida a aseguradoras españolas que, tras analizar los números, rechazaron hacer una oferta. Liberty, Allianz y Generali, por contra, sí decidieron participar en la puja, en la que la familia pedía unos 220 millones. Al tiempo, el Banco de Portugal inicia el proceso para vender el antiguo BES, denominado Novo Banco tras la escisión de los activos más tóxicos. El supervisor luso ha invitado a BN Paribas para que asesore la desinversión. Las entidades privadas, que sufragarán el coste del rescate de 4.900 millones, reclaman que la venta se produzca antes de final de año.