En un momento en que los latinos suponen ya un 15,4 por ciento de la población estadounidense, es decir, se convierten como la minoría dominante a este lado del Atlántico, el voto hispano se perfila como decisivo en algunos de los estados clave del país.Así se dejó notar en el segundo debate presidencial de la semana pasada, donde por primera vez el presidente Barack Obama y el candidato republicano Mitt Romney tuvieron que enfrentarse al espinoso tema de la inmigración en Estados Unidos. Cuando Lorraine Rosario preguntó a los aspirantes sobre intenciones para con los inmigrantes ilegales, el exgobernador de Massachusetts intentó edulcorar su respuesta: "No vamos a acorralar a los 12 millones de ilegales indocumentados y echarlos del país. En su lugar, vamos a dejarles tomar sus propias decisiones", dijo. Sus declaraciones no pasaron desapercibidas para la comunidad hispana en EEUU, que tiene como prioridades electorales no sólo la economía, sino la posición de ambos candidatos sobre las leyes migratorias que apuntalan las fronteras del país. Aunque Romney optó por ofrecer un tono amable el pasado martes, su popularidad entre el electorado latino es enclenque por su intención de deshacer, entre otras medidas, la amnistía aprobada por la Administración Obama, que ofrece actualmente a los ilegales menores de 31 años optar a una legalización permanente para quedarse a trabajar en el país. "Creo que realmente no supo explicar su propia política de deportación", explica Jose Antonio Vargas, antiguo periodista del Washington Post, que reveló su estatus como inmigrante ilegal y ahora defiende la causa migratoria a lo largo y ancho del país. "Mitt Romney está incapacitado para comprender la compleja naturaleza de la inmigración, creo esto le va a costar las elecciones", añade. Si miramos los últimos sondeos, es evidente que Obama continúa siendo el favorito entre los votantes latinos, aunque sus esfuerzos en materia de inmigración hayan quedado completamente olvidados dada la delicada situación que vive la economía de EEUU. "El presidente ha sido un defensor de implantar una reforma migratoria integral durante su primer mandato, pero se ha encontrado con la resistencia del Congreso, y eso es lamentable", reconoce Brent Colburn, director de la plataforma, Obama for America, quien incide que aun así, el demócrata ha logrado implantar medidas importantes como la Ley de los Soñadores, o Dream Act. Esta medida, como se ha comentado anteriormente, permite a los jóvenes permanecer en el país si cumplen con ciertos requisitos -no tener antecedentes penales, haber entrado en el país cuando eran pequeños y no por elección propia, etc.-. Según la última encuesta realizada por el Pew Hispanic Center, entre los 24 millones de hispanos que accederán a las urnas el 6 de noviembre, un 74 por ciento revalidará su apoyo a Obama, frente al 19 por ciento que dice sentirse dispuesto a ofrecer su voto al candidato republicano. "La plataforma republicana en este momento es muy restrictiva. Es una de las plataformas más extremas en materia de inmigración. Sin embargo, hay muchos líderes republicanos prominentes que señalan ya que su electorado acabará por extinguirse si no se intenta atraer a votantes que no sean votantes blancos", señala Gregory Weeks, director del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Carolina del Norte. Apoyo a los republicanos Es cierto que un porcentaje importante, entre un 25- 30 por ciento de latinos, votará por Romney, pues la población hispana tiende a ser culturalmente más conservadora, en su mayoría católica, y por ello se interesan por el mensaje más contenido en materia social que ofrece el Partido Republicano. Por otro lado, aunque el voto latino haya mostrado de momento su claro apoyo a Obama, el demócrata debe conseguir que los 11,6 millones de latinos que llegaron a registrarse para votar en 2008 vuelvan a hacerlo este año. En estos momentos, la cifra se queda corta, aproximadamente en los 10,9 millones de latinos han realizado los trámites para poder acudir a las urnas el próximo mes. El conocido analista John Zogby destaca que muchas proyecciones este año muestran que Obama logrará el 67 por ciento del voto latino. "John McCain obtuvo el 31 por ciento en 2008 y esperamos que el gobernador Romney se sitúe por encima de 26 por ciento del total". Tres estados clave En el ruedo electoral de EEUU, el voto hispano marcará los resultados en tres estados clave para ambos candidatos: Colorado, Florida y Nevada. Según explicaba al New York Times, Jim Messina, director de campaña de Obama, la población hispana ha experimentado un constante aumento en Colorado y Nevada. En Florida, se ha pasado de una mayoría cubana, un bloque fuertemente republicano, a incluir un mayor número de puertorriqueños, un grupo que ha demostrado su predilección por los demócratas. Este cambio ha proporcionado a la campaña del presidente un nuevo grupo de partidarios potenciales. De hecho, la campaña del presidente Obama ha invertido alrededor de 8,9 millones de dólares en emitir publicidad electoral en las principales cadenas de televisión que emiten en lengua española en este trío de estados, en comparación con los 4,6 millones invertidos por Romney, según los datos más recientes de la consultora Kantar Media. Por mucha afinidad que los latinos tengan a Obama, no hay que olvidar que el paro entre esta minoría alcanzó el año pasado el 11,5 por ciento y hoy en estados clave como Colorado se mantiene. Los hispanos consideran que la economía, junto a la inmigración, son los temas principales que dominarán su voto en las urnas el próximo noviembre.