Cocina lusa, la apuesta por España de Fado Portugués
Cuatro años después de desembarcar en España, Fado Portugués -la firma especializada en gastronomía portuguesa- ha diseñado un plan de expansión con el que prevé alcanzar una veintena de locales operativos en nuestro país de aquí a finales de 2018.
Locales que se desarrollarán bajo el paraguas de la franquicia, a cuyo sistema la firma se unió el año pasado al franquiciar restaurantes que en un primer momento fueron propios, y que se ubicarán en las grandes ciudades de nuestro país y también en aquéllas que estén próximas a la frontera lusa.
?La idea es implantarnos en grandes ciudades de España como Barcelona, Valencia y Bilbao, seguir creciendo en Madrid y llegar a las zonas que se encuentran cerca de Portugal, como Salamanca, Zamora, Galicia, Cáceres o Badajoz?, explica a elEconomista Franquicias y Emprendedores Paulo Carvalho, gerente de la firma, quien confía en sumar a la cadena entre cinco y seis locales nuevos tanto este año -donde ya está en negociaciones para abrir uno nuevo en Madrid y el primero en Valencia- como los dos próximos.
Para ello, Fado Portugués está inmerso en la búsqueda de franquiciados -preferiblemente inversores- que quieran replicar su modelo de negocio aceptando sus condiciones. Es decir, firmar un contrato de diez años de duración con la matriz y desembolsar entre 180.000 y 200.000 euros en la inversión inicial.
En esa cantidad, según matiza Carvalho, queda incluido el canon de entrada, la decoración del local -que tendrá que tener entre 150 y 200 metros cuadrados-, la formación del personal y el acceso a la base de datos que la firma tiene respecto a profesionales de cocina y sala vinculados a la cultura y la cocina portuguesa.
Y es que además de servir comidas y cenas, donde el plato estrella es el bacalao portugués en sus múltiples vertientes de preparación, la cadena Fado Portugués apuesta porque todos sus locales ofrezcan noches de fado a sus comensales, con cantantes oriundos de Portugal, y porque sus restaurantes sean una plataforma desde la que poder acercar a los españoles los entresijos de la cultura lusa.
?Queremos hacer exposiciones, catas de vinos o de quesos portugueses, dar a conocer nuestra gastronomía y nuestra cultura y acercar Portugal aún más al cliente español, que es un gran conocedor de nuestro país al que asocia con buenos recuerdos y por el que siente mucho cariño?, sostiene Carvalho, que también pide a sus franquiciados dos royaltys mensuales. Uno de un 5 por ciento y otro de un 2 por ciento, para temas de marketing sobre el nivel de ventas.
Angola, próximo mercado
Nacido en Lisboa y con una carrera profesional centrada en el turismo y la hostelería, especialmente en su Portugal natal y en España, Paulo Carvalho creó Fado Portugués en 2012 pensando sólo y exclusivamente en nuestro mercado.
Ahora, cuatro años después, el empresario se plantea llevar el negocio a otros países en los que la historia hizo que las raíces portuguesas se anclaran. Es el caso de ciudades europeas que tuvieron una fuerte inmigración portuguesa en la segunda mitad del siglo XX y donde hay una gran comunidad de descendientes de portugueses, como París, Bruselas, Londres, Ginebra o Luxemburgo. A ésas se suman los países que quedaron unidos a Portugal y a su cultura en la época de la colonización como algunos africanos como Angola.
Todos ellos son susceptibles de convertirse en destinos internacionales de Fado Portugués aunque, según explica Carvalho, no en el corto plazo sino de aquí a tres o cinco años. Hasta entonces, la cadena tiene previsto conseguir su reto en España, donde además de los restaurantes ofrece a sus franquiciados la opción de abrir una tienda gourmet de productos portugueses.
Entre esos productos figuran vinos, quesos, embutidos, cervezas, café o bacalao, entre otros, lo que hace que los proveedores de Fado Portugués sean casi al 100 por cien lusos. Productos que se almacenan en el polígono industrial de Cobo Calleja de Fuenlabrada (Madrid) y que luego se distribuyen a los restaurantes de la enseña cuyo ticket medio es de 22 euros y cuyo menú de lunes a viernes cuesta 11,95 euros.