Pymes y Emprendedores
Las empresas no responden en más de la mitad de los casos de acoso sexual
Eva -no quiere revelar su verdadero nombre- sufrió durante meses el acoso de su jefe. Primero se le acercó hasta conseguir su amistad, pero la confianza dio paso a los comentarios. Unos comentarios que fueron subiendo de tono hasta que el acosador cometió la torpeza de amenazarla a través del correo electrónico. Unas pruebas escritas que Eva mostró de inmediato a su director de Recursos Humanos y que sirvió para despedir de manera fulminante al hombre que se convirtió en su pesadilla. A Eva le costó días de baja y muchas lágrimas, pero volvió a sonreír.
No es la única. El 15 por ciento de las trabajadoras españolas, alrededor de 1,3 millones de mujeres, ha sufrido acososexual en el último año. Y en el 56 por ciento de los casos la respuesta de la empresa fue la pasividad. Son conclusiones que se desprenden del estudio El acososexual a las mujeres en el ámbito laboral, del Instituto de la Mujer.
Para un 92,4 por ciento de las encuestadas -unas 2.000 mujeres entre 16 y 64 años-, el acososexual es una forma de violencia, mientras que para un 50,3 por ciento es una forma de discriminación sexual y un 11 por ciento admite que se inicia porque la mujer no se ha puesto en su sitio. Soledad Murillo, secretaria general de Políticas de Igualdad, aclaró que estos abusos se consideran "delito", y añadió que en 2004 los Inspectores de Trabajo llevaron a cabo 120 actuaciones referidas a acososexual.
Para definir qué se considera acoso, se preguntó a las encuestadas. Y hay tres niveles: leve, grave o muy grave. Leves son los chistes de contenido sexual sobre la mujer, los piropos y los comentarios sexuales sobre las trabajadoras. Las preguntas íntimas y las insinuaciones se califican como graves, mientras que los abrazos y besos no deseados y los tocamientos son muy graves, unas situaciones que sufren unas 185.000 trabajadoras.
El perfil de la víctima es una mujer menor de 34 años, soltera, procedente de países extracomunitarios y cualificada. Más habituales son estas situaciones en sectores como la construcción y la industria y en las empresas medianas y las grandes.
Los resultados del estudio rompen con algunos tópicos, en especial aquellos que se refieren a los que acosan. El caso de Eva no es el más habitual, ya que el 58,8 por ciento de los acosadores se sientan muy cerca de sus víctimas: son sus compañeros de trabajo, frente a un 20,6 por ciento que fueron o son sus superiores directos. También puede provenir de fuera de la empresa, a través de clientes con los que se relaciona la mujer acosada, un 14,3 por ciento.
Pero eso no significa que la figura del jefe salga un poco más favorecida, porque los superiores jerárquicos aumentan su protagonismo a medida que se eleva la gravedad del acoso. Participan en más de la mitad, un 51,6 por ciento, de las agresiones de carácter sexual de mayor gravedad y en un 46,4 por ciento de las graves.
¿Cómo reacciona el entorno de la víctima? La mayoría la apoya de manera incondicional, aunque el 30,7 por ciento tiende a minimizar el problema e incluso un 24 por ciento se pone frente a la mujer acosada.
Ellas tienen miedo y no lo cuentan. Sólo una cuarta parte de las que han vivido situaciones de acososexual en el trabajo reconoce haberlo comentado con alguien de su entorno, en especial amigas y compañeras. Sólo un 8,3 por ciento considera que la actuación de su empresa ha sido la adecuada.
"Lo peor es el silencio, que las mujeres se lo guarden. Ese concepto que nos hace tener que acreditar que somos sujetos decentes, porque si no ellos no hacen sino demostrar su masculinidad, es terrible", apuntó Soledad Murillo.
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Sumario: Los inspectores de Trabajo llevaron a cabo 120 actuaciones en materia de acososexual durante 2004