Pymes y Emprendedores
Más de 33.000 empresas en España apuestan por la 'inversión en personas'
- Iniciativa del BBVA y Esade para potenciar la economía social
El pasado 29 de mayo el comité científico de Momentum Project -iniciativa creada por BBVA y Esade para potenciar las empresas de la economía social- presentó los diez proyectos de emprendimiento social finalistas que formarán parte de la edición de 2013, a la que se han presentado un total de 101 iniciativas.
El emprendimiento social en nuestro país ha ido ganando posiciones y se ha consolidado como una alternativa real al modelo tradicional de empresa. De hecho, los datos oficiales relativos al primer trimestre del año publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social hablan de un total de 33.025 empresas sociales en funcionamiento que sostienen más de 340.000 puestos de trabajo.
El muestreo realizado por BBVA, a partir de las candidaturas que se han presentado en la tercera edición de 2013 del Momentum Project ofrece una visión general de la evolución del emprendimiento social en nuestro país. De las 101 candidaturas que se presentaron casi el 40% son empresas de tamaño medio que operan a nivel nacional. Además todas tienen un denominador común: generar empleo mediante programas de reinserción laboral.
En cuanto a los sectores elegidos por los candidatos, el estudio demuestra el carácter global de los proyectos sociales, desde ocio y cultura hasta comunicación y medio ambiente, aunque los preferidos son el sector servicios y salud y belleza, con un equitativo 20% cada uno, y hostelería, restauración y turismo con un 13%. Por provincias Cataluña y Madrid siguen a la cabeza aunque es reseñable que el resto de provincias han aumentado su representación con respecto a ediciones anteriores.
Humanizar los bancos
El cambio de conciencia social que se ha generado a raíz de la crisis financiera y del boom del emprendimiento, ha llevado también a un cambio de orientación de determinadas políticas de las entidades financieras e inversores privados, que cada vez más promueven programas específicos para apoyar proyectos de marcado carácter social.
Estos programas demuestran que "la banca e inversores privados han decidido cambiar su estrategia de donación social por la inversión social", afirma Lidia del Pozo, directora de Acción Social de BBVA, "no sólo por el beneficio social que generan, sino también porque es una vía que preserva el capital que invierten". En relación a las cifras con las que la entidad ha financiado proyectos de emprendimiento social, Del Pozo confirmó que "hasta la fecha, hemos invertido más de 4 millones de euros y tenemos un fondo de reserva de medio millón más". Otro dato a tener en cuenta es que las empresas patrocinadas por Momentum Project han sido capaces de generar más de 1.500 empleos.
Para Antoni Ballabriga, director global de Reputación y Responsabilidad Corporativa de BBVA, "programas como Momentum Project, han supuesto un gran impacto interno en la propia entidad", ya que ha conseguido la implicación de altos directivos del banco para las labores de mentoring. Además, Ballabriga, destacó la extensión del programa a otros países como México, que ya cuenta con los primeros diez proyectos seleccionados y la futura primera edición de Perú, que arrancará a principios del mes de julio.
Por su parte Alfred Vernis, director ejecutivo de la Unidad de Programas Universitarios de Esade -centro encargado de los ciclos formativos de los candidatos-, considera que "ir a la frontera a buscar empresas es importante para todos, porque en un momento de cambio la innovación se encuentra fuera de los círculos normales" e insistió en la necesidad de crear un ecosistema específico que facilite el emprendimiento social.
Medidas del Gobierno
En cuanto a las políticas del Gobierno con respecto a potenciar las empresas de economía social, Ballabriga mencionó que "es una pena que hay tardado tanto en salir y aunque está bien orientada, carece de instrumentos de apoyo específicos al emprendimiento social".
Otros factores que se destacaron en el acto fueron el hecho de que este tipo de emprendimiento no retrocede en momentos de crisis y es un factor para generar sinergías entre emprendedores de distintos países.
Las empresas de la economía social priman a las personas y el fin social frente al lucro económico derivado de la propia actividad, todo ello mediante una "gestión autónoma, transparente, democrática y participativa", tal y como redacta la propia Ley 5/2011 de Economía Social. Además de ser entidades de carácter privado e independientes de los poderes públicos, deben promover entre otras cuestiones la igualdad de oportunidades, la integración de personas en riesgo de exclusión social y la generación de empleo estable y de calidad.