Pymes y Emprendedores
Tres consejos para lograr tener una voz de gran ejecutivo
- La voz es crucial a la hora de adquirir autoridad y mostrar liderazgo
La voz presidencial es un rasgo imprescindible para tener la confianza de los votantes en unas elecciones, al menos según los guionistas de la prestigiosa serie El Ala Oeste de la Casa Blanca. En la ficción, el presidente Jed Bartlett la tenía de serie, mientras que su sustituto, Matt Santos, tuvo que aprenderla.
Pero el cargo de presidente no es el único que se puede ver favorecido por tener la voz adecuada. Los grandes líderes empresariales también se ven favorecidos de poseer una voz determinada. Al menos según se desprende de una investigación de la Universidad de Duke recogida por Forbes. En concreto, la institución investigó a 792 consejeros delegados, y descubrió que los que tienen la voz más profunda gestionan empresas más grandes, ganan más dinero y tienden a durar más tiempo en el puesto.
Los rasgos estudiados fueron el volumen de la voz, el tono, la inflexión, la intensidad, la claridad, la velocidad a la que se habla, pero también el uso de los silencios. Los resultados coinciden con otros experimentos llevados a cabo sobre paralingüïstica, tanto aplicado a los empresarios como a los políticos.
Los rasgos de la voz son importantes en cualquier conversación, y se vuelven cruciales a la hora de adquirir autoridad y mostrar liderazgo. Descubra tres consejos para empezar a sonar como un gran directivo.
1. Respirar antes de hablar
El estrés contrae la respiración, aprieta la garganta, y provoca que se eleve el tono de voz. Hay que mirar hacia adelante, tener la barbilla recta respecto al suelo, y relajar la garganta. Es muy bueno tomar varias respiraciones profundas, conocidad como respiración de vientre o abdominal. Hay que contar hasta seis mientras se realiza esta operación, y contar de nuevo hasta seis mientras se exhala. De esta manera se logra controlar mejor el sonido.
2. Modular la voz
Hay que evitar la monotonía en el discurso, ya que es aburrido para los oyentes. Hay que variar el rango vocal y el tono, y además hay que hablar con claridad. Debe variarse el volumen, pero asegurándose siempre que se está hablando lo suficientemente alto como para ser escuchado.
3. Tono óptimo
Antes de entrar en una sala de reuniones, de coger el teléfono o de subir al estrado, hay que relajar la voz tanto en su tono óptimo como en el inferior. Para ello existen varios ejercicios, que requieren adoptar diversas posiciones con la boca y pronunciar varios sonidos, como hacen los actores.