Pymes y Emprendedores
El emprendedor sin Crédito y la bicicleta sin ruedas
- Las pymes y los autónomos son los que crean puestos de trabajo
Un emprendedor sin crédito es como una bicicleta sin ruedas, gusta de decir Lorenzo Amor, el presidente de la federación de autónomos ATA. Y la comparación no puede ser más acertada porque sin ese condicionante imprescindible para el ejercicio de su actividad, ni el emprendedor ni la bicicleta pueden avanzar. Y, es más, con el paso del tiempo están condenados al desguace.
Por eso, y si de verdad quiere el Gobierno sacar de la recesión a este país, que no lo dudamos aunque a veces nos cueste confiar, las reformas más urgentes y necesarias que tiene que abordar desde ya son todas aquellas encaminadas a conseguir que el grifo del crédito se vuelva a abrir con fluidez para la economía real.
Para las pequeñas y medianas empresas y los autónomos que son quienes invierten y crean puestos de trabajo, y para las familias que son quienes consumen y que ahora no pueden hacerlo asfixiadas por el desempleo, las rebajas salariales, la abusiva presión fiscal y una inflación generada en gran parte por la subida de los precios de los servicios públicos que son los primeros que deberían ajustarse a esa austeridad que predican los políticos pero que ellos no practican.
Medidas de apoyo
Y, es verdad, no me olvido de que el Gobierno ha aprobado recientemente, dentro del paquete de apoyo al emprendedor, medidas paliativas como el mercado alternativo bursátil o el impulso a figuras de financiación alternativas como los business angels o las SGR. Pero son sólo eso, paliativos y, además, resulta que de los 45.000 millones prometidos en ese paquete financiero resulta que 32.000 millones, el 70%, no son nuevos sino que corresponden a las líneas de mediación del ICO y a la parte de financiación que tienen que aporta las entidades financieras colaboradoras.
Pero, al margen de estas nuevas iniciativas, que bienvenidas sean, o el Gobierno pone a trabajar a los bancos, especialmente a los bancos nacionalizados, al servicio de los emprendedores, o la recuperación y la creación de empleo seguirán siendo una entelequia hasta que la entidades en proceso de reestructuración culminen su saneamiento y puedan acceder a los mercados internacionales en condiciones similares a las de sus homólogos de la Eurozona. Y, eso, parece imposible antes de 2014. Y, ni España ni los españoles pueden permitirse tanta espera.