Pymes y Emprendedores

Uno de cada cuatro alumnos de FP no acaba los estudios en Alemania

  • Los contenidos impartidos en las universidades alemanas son muy teóricos
Foto: Archivo


Alemania exibe con orgullo su sistema de formación profesional dual para los jóvenes que quieren aprender un oficio a la vez que dan sus primeros pasos en el mercado laboral. Se trata, en efecto, de un buen mecanismo para dotar de unos conocimientos y de una titulación a aquellos estudiantes que no hace falta que vayan a la Universidad, porque quieren optar por un oficio más "práctico".

A diferencia de lo que pasa en España, los contenidos impartidos en las universidades alemanas son muy teóricos, mientras que los "oficios" y las especializaciones como ingenierías técnicas o trabajo en entidades financieras quedan excluidas de ellas. Para estos, la formación profesional recupera en cierto modo la figura del "aprendiz", un estudiante que a lo largo de unos dos o tres años compaginará algunas -pocas- clases teóricas con muchas horas de día a día en una empresa del sector, al lado de profesionales hechos y derechos, y acostumbrados a una manera concreta de trabajar.

Pero las cosas no son porque sí. Este sistema formativo está intrínsecamente ligado a la naturaleza industrial del país, con grandes empresas que necesitan tener trabajadores muy especializados que sepan exactamente lo que hay que hacer en cada momento a la "manera corporativa".

Para ello, estas grandes industrias cuentan, desde hace mucho tiempo, con departamentos de formación, aulas específicas y grandes programas que permiten un notable éxito en el resultado que ha llevado a un prestigio internacional de la manufactura alemana.

Sin embargo, no todas las carreras que no pasan por la universidad terminan de encajar en este sistema de formación dual. Así lo demuestran las últimas cifras del Instituto Alemán de la Formación Profesional hechas públicas por el periódico Die Welt según las cuales, en algunos sectores, la mitad de los alumnos que empiezan una formación profesional dual no la terminan.

Esto hace que en 2011 se alcanzaran las tasas medias de interrupción de la formación más altas de la historia. En concreto, el 24,4 por ciento de media. Ese año se "rompieron" 149.760 contratos de formación profesional, un tercio ellos durante el periodo de prueba.

Los estudios de formación profesional en los que no termina de cuajar el modelo vigente en Alemania son, por ejemplo, los de camarero o ayudante en traslados, en los que un 51 por ciento de los que empiezan lo dejan antes de terminar. Y un poco por debajo encontramos también a cocineros y vigilantes, con un 49,5 por ciento.

Por contra, en otros sectores como los administrativos, empleados de medios de comunicación o electrónicos, se avala este sistema de formación, con tasas de abandono por debajo del 5 por ciento, y lo mismo pasa con los empleados de la banca y los ingenieros.

Delimitación de las tareas

Y es que hay sectores -seguramente los más exitosos- en los que las tareas del aprendiz y las del profesional se distinguen claramente, y los estudiantes no pasan a "producir" nada para la empresa hasta el tercer año de sus estudios. Sin embargo, en otros el sistema de formación profesional proporciona al empresario la oportunidad de contratar mano de obra barata sin que esto le suponga ninguna contrariedad.

Luise, de 19 años, estudiante, de Berlín, después de investigar un poco ha descartado la opción de la formación profesional después de la Selectividad. Asegura que "los aprendices trabajan en muchas empresas como un empleado normal pero sin ganar lo mismo", y reconoce que "en algunos sectores no compensa el título que puedas obtener al final con el trabajo que tienes que hacer todo este tiempo". Sin embargo, Luise cree que "en los trabajos más prácticos es un buen sistema porque no te obliga a pasar por estudios teóricos para poder formarte".

Menos en las zonas ricas

La cuestión geográfica también es un factor decisivo en la propensión al abandono. Según los datos de la estadística, en las regiones alemanas más ricas -y con una industria y empresas más potentes- las rescisiones de contratos de formación profesional son mucho menores. Donde más aprendices cuelgan los estudios es en las zonas más pobres del país. En concreto, en Meklemburgo Pomerania Occidental y en Berlín. Especialmente en el caso de Berlín, es un hecho palpable que abundan las profesiones -y las plazas para alumnos- en las ramas de la formación profesional menos cualificadas, lo que hace subir la media de abandonos.

A la hora de analizar las causas de la interrupción de los estudios es preciso tener en cuenta también que hay estudiantes que terminan la enseñanza obligatoria o la Selectividad sin saber qué hacer, y ven en la formación profesional una oportunidad para conocer un oficio -o incluso un sector- de cerca y descubrir si es realmente su vocación. Se trata, sin embargo, de módulos muy cerrados con alto grado de especialización, por lo que Luise reconoce que "muchos estudiantes escogen la formación dual de algo parecido a lo que creen que les gustaría hacer, y luego les sirve para saber que no era lo que querían". Así, buena parte de estos estudiantes, según los datos, empiezan al cabo de un tiempo otro contrato similar en otra empresa o sector profesional.

Con las cifras en la mano, sin embargo, los sindicatos alemanes están algo preocupados por los sectores que no se suben con éxito al tren de la formación dual. La vicepresidenta de la Federación Alemana de sindicatos, Ingrid Sehrbrock, reconoció a Die Welt que "las empresas en estas ramas problemáticas tienen que trabajar urgentemente en la calidad de la formación que ofrecen", y mejorar su atractivo de cara a los estudiantes.