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De la Rosa: "Crear rivalidad es básico para levantar pasión y ganar dinero"

    Pedro Martínez de la Rosa, piloto de pruebas de McLaren Mercedes. <i>Foto: EFE</i>


    Los presupuestos de las escuderías llegan a alcanzar los 450 millones de euros cada año. Pedro Martínez de la Rosa, actual piloto de pruebas de la escudería McLaren Mercedes, afirma que estos equipos funcionan como empresas y su objetivo es "ganar dinero".

    La Fórmula 1 no es un deporte cualquiera. Como prueba ahí van algunas cifras que se expusieron ayer en la jornada: de los 9.700 millones de euros que se movieron en patrocinio deportivo durante el pasado año, los deportes de motor se hicieron con 2.270 millones de euros. De hecho, la Fórmula 1 sólo se sitúa por detrás del fútbol en cuanto a porcentajes de patrocinio, empatado con el fútbol americano. Por detrás de él se encuentran los Juegos Olímpicos, el tenis y el baloncesto, por ejemplo.

    De paso De la Rosa aprovechó para revelar algunas interioridades del funcionamiento de las escuderías, como que sus presupuestos suelen oscilar entre los 320 y 450 millones de euros de euros -repartidos entre ingresos por explotación de derechos y aportaciones directas de sus patrocinadores y constructores-.

    Presupuestos millonarios

    En cuanto al número de personal que trabaja en la escudería, señaló que en el caso de McLaren eran más de 1.000 personas; unas 600 para lograr el mejor coche, y el resto perteneciente a Mercedes con el único objetivo de diseñar el motor más potente.

    Por eso no es raro que el piloto catalán asegurara que un equipo "es como una empresa porque su objetivo también es ganar dinero", y que crear rivalidades "es básico para levantar pasiones y llevar el deporte a su grado máximo".

    Quizás se refería al hecho de que un Gran Premio pueda congregar a más de 10 millones de personas delante del televisor "una audiencia similar a la de un partido Real Madrid-Barcelona". O quizás a que parte de dicho tirón se debiera al cruce de acusaciones entre su escudería y Ferrari por espionaje, y de paso ser testigo de una guerra fraticida por el título mundial entre Lewis Hamilton y Fernando Alonso.

    Patrocinios atractivos

    Sobre este asunto pasó tímidamente. Con exquisita diplomacia se escudó en su condición de piloto de pruebas, afirmando que se limitó a trabajar para sus dos líderes. "Siempre intenté hacer lo justo porque es lo mejor, aunque fue difícil aportar objetividad sin recibir palos -señaló-. La objetividad está reñida con la pasión y el fanatismo".

    Por su parte, el presidente de CSBM, Sandalio Gómez, aseguró que patrocinar una escudería supone "un enorme atractivo" para las empresas internacionales porque logran asociar su marca a "posibles clientes en un ambiente sofisticado y técnicamente retador", y de paso pueden aumentar sus ventas de productos "por la asociación de ideas" con la Fórmula 1.

    Una vez más, McLaren puede servir de ejemplo: la escudería tiene tres socios (McLaren Group, Mercedes-Benz y Vodafone), y como patrocinadores tecnológicos cuenta con Mobil 1, Bridgestone, Bae Systems y Sap. En cuanto a los patrocinadores corporativos, se añaden entre otros el Grupo Santander, Johnnie Walker, Hugo Boss, Hilton, TagHeuer y Schüco.

    Pasión mundial

    Por su parte, Ignacio Urrutia de Hoyos, experto en el área de acción social empresarial de IESE, aprovechó la presencia de De la Rosa para explicar los motivos por lo que la Fórmula 1 "se ha convertido en un evento mundial que está apasionando a todo el mundo".

    ¿Y cómo se puede apasionar? Urrutia vuelve a apuntar al incremento de la capacidad competitiva de los rivales como uno de los elementos que más pueden contribuir al desarrollo de este deporte. En su opinión, se trata de "un auténtico laboratorio" en el que se puede, al mismo tiempo, acelerar la búsqueda de nuevos talentos al volante, la empresas encuentran un vehículo para publicitar su marca.