Pymes y Emprendedores
"La universidad puede cubrir las necesidades de I+D de las pymes"
Convertir a la universidad en una fuente de emprendedores es el objetivo que desde hace tiempo vienen reivindicando distintas instituciones. El reto es cambiar la cultura de utilizar un título universitario para presentarse a una oposición, por la de aprovechar los conocimientos adquiridos en el aula para lanzarse al mercado con una empresa propia.
Desde la Conferencia de Rectores de las Universidades Españoles (Crue), su presidente, Federico Gutiérrez-Solana, habla de un segundo escenario: convertir la universidad en el departamento de I+D+i de las pymes españolas.
En 2009, el número de spin off (empresas que se constituyen desde los departamentos de investigación universitarios) fue un 31 por ciento mayor que cinco años atrás. ¿Se ha convertido la Universidad en una fuente directa de emprendimiento?
Las universidades de investigación han entendido desde hace unos años que la transferencia y valorización de resultados de sus investigaciones es una necesidad de la sociedad. A partir de ahí han emprendido distintas acciones. Una de ellas es la creación de empresas, que es lo que se conoce como spin off. En todas las universidades que tienen parques tecnológicos, ésta es una figura creciente.
¿Qué pueden aportar estos parques tecnológicos universitarios al tejido empresarial?
Estamos alimentando una cadena para que ese salto de la universidad a la empresa sea gradual. En estos parques hay procesos de incubación de empresas y gabinetes donde se maduran las ideas.
Hablaba antes de que las universidades están poniendo en valor los resultados de sus investigaciones para ver si éstos pueden trasladarse a la sociedad. ¿Cómo lo hacen?
Las universidades nos estamos dotando de herramientas para que esto sea posible, mediante oficinas de valorización donde se analizan los resultados de la investigación para escanear qué opciones son posibles. Entre algunas universidades hemos creado Univalue, una empresa que se encarga precisamente de esta actividad de valorizar.
¿Esto implica cambiar el concepto de universidad para apostar por investigaciones que tengan una perspectiva de mercado?
La universidad está involucrada en lo que es el triángulo del conocimiento. No vamos a abandonar la generación de conocimientos desde la investigación básica, pero hay que apostar más por transferir esos conocimientos al tejido productivo. Debe surgir e incrementar la capacidad competitiva de las empresas españolas.
¿Entonces la universidad puede ser un departamento de I+D para las empresas?
Esto ya se está haciendo. Hay relaciones entre grupos de investigación y el tejido empresarial, que establecen convenios con objetivos marcados y una serie de cláusulas para explotar los resultados obtenidos. Eso significa que la universidad está dando un servicio a la sociedad y, además, permite financiarse. Lo que no debe hacer la universidad es competir. Las spin off deben seguir su propio camino una vez constituidas.
De lo que habla es de que las empresas se acerquen a la universidad para financiar proyectos de investigación...
Es una vía que permitirá mover la maquinaria para mejorar los servicios de formación. Desde hace tiempo se han creado fondos que han ido alimentando estas actividades con capital riesgo y capital semilla. Pero no sólo es financiación, sino también perspectivas de cómo poner en el mercado esa idea que se genera durante las investigaciones.
¿Una especie de Instituto Tecnológico de Massachusetts a la española?
Las universidades americanas tienen unas reglas de juego distintas, por lo que que no hay un marco adaptable, pero sí es un ejemplo claro de que la transferencia genera desarrollo para la sociedad. Necesitamos universidades que sirvan de estímulo para provocar desarrollo y sean una fuente de innovación.
¿Cómo pueden las pymes aprovechar esta I+D universitaria de la que habla?
Muchas universidades están estableciendo programas donde se incentiva la conexión de éstas con los entornos tecnológicos de las empersas. Uno de estos programas, iniciado en Cantabria hace 12 años con fondos de la Sociedad para el Desarrollo de Cantabria, se apoyaba en iniciativas de pymes. A partir de ahí se han generado muchas soluciones a empresas. Es un marco donde la pyme no ve a la universidad tan alejada. Ha sido un programa exitoso que luego derivó en el Plan Regional de I+D+i.
¿Ve a las pymes suficientemente concienciadas de que pueden cubrir sus necesidades de I+D acudiendo a los departamentos de investigación de las universidades?
Podemos cubrir las necesidades de I+D+i de las pymes, pero ésa es una labor de comunicación en la que debemos incidir mucho. A la universidad le cuesta comunicar, y no siempre lo hace bien. Pero ahora hemos firmado un convenio con las Cámaras de Comercio para ligar el contexto universitario con el contexto empresarial. Hay estructuras asociativas que potencian esta situación y que estamos activando con líneas concretas que que- remos desarrollar este verano. Creo que sabemos lo que hay que hacer, y ahora hace falta una planificación global plena entre Administración, universidad y empresas.