Pymes y Emprendedores
Joyas a la medida y gusto de cada cliente
- Katuxa Platero lanzó un taller de joyería en plena crisis donde elabora piezas a mano por encargo
Audrey Hepburn desayunaba con ellas, Marilyn Monroe las consideraba sus mejores amigas, y la realeza nunca ha prescindido de lucirlas. Artistas o altezas, las joyas siempre han sido símbolo de elegancia y distinción. Y en este campo decidió montar su negocio Katuxa Platero, una joven gallega descendiente de una familia de artesanos, que se atrevió a abrir en tiempos de crisis un local destinado al mundo de la joyería.
A la hora de poner en marcha el negocio buscó un valor diferencial que definiera a sus creaciones y las distinguiera de las de otras marcas del sector. ¿Cuál fue su apuesta? Que todas sus piezas son únicas y artesanales. "Realizo las piezas a mano. Son exclusivas por eso y porque no hay dos piedras iguales. Pero además, tengo un servicio a la carta para novias, madrinas o todas aquellas personas que quieran darse un capricho. Según sus gustos o preferencias, realizo el boceto de la pieza y, de esta manera, consigo que dos clientas no se encuentren con el mismo collar".
Materiales a la carta
Los precios de sus creaciones dependen "de lo que el cliente esté dispuesto a pagar". A partir de 150 euros puede adquirirse un collar, pero todo dependerá de los materiales que se empleen en ellos. "El cliente aporta un presupuesto y, según éste, nos adaptamos optando por unos materiales u otros" explica Platero desde su taller, ubicado en pleno casco histórico de Santiago de Compostela.
Éste fue el camino que eligió para sortear la caída del consumo experimentada con la crisis, que, según relata, no es ajena a este sector: "Afecta a todo el mundo". Sin embargo, cree que "hay que jugar de otra manera presentando novedades al mercado y ajustando los precios. Que exista crisis económica no tiene que suponer que haya crisis de ideas. En estos tiempos hay que hacer el producto muy apetitoso", explica.
Y esa idea, en su caso, pasa por hacer piezas al gusto de cada cliente. "Que la joya se convierta en la pieza favorita del cliente es lo que todo joyero pretende. Para eso, también hace falta aplicar la psicología, conocer a la persona, saber qué colores suele usar, qué estilo de vestir tiene... En definitiva, hablar con la persona para conocerla y captar sus gustos" aclara esta emprendedora.
Una vez elegida la forma de trabajar, el siguiente paso fue dar a conocer el producto. Para ello, las piezas de Platero también han estado presentes en pasarelas y galerías. La diferencia de éstas y las que expone en su local es que "las colecciones de pasarela son piezas más complicadas de vender, porque son más llamativas y más arriesgadas para la venta. Las hago grandes y vistosas e intento darle ese punto de creatividad que no te atreves a realizar para un cliente de la calle" indica la joyera, que también ha encontrado en Internet una manera de promocionar su trabajo, ya que ha creado una página web en la que se muestran algunas de sus piezas, aunque aún no tiene abierta la venta online.
"Subo las fotos de las piezas con su nombre, y la gente que está interesada se pasa por la tienda o me escribe un e-mail preguntando por su precio de venta, porque hace falta conocer el diámetro del dedo de la clienta que va a llevar un anillo, por ejemplo, para que se adapte a ella", explica.
Empresaria sin horarios
Katuxa Platero llegó al mundo de la empresa con un know how acumulado en lo que a elaboración artesanal de joyas se refiere, pero sin saber lo que le iba a suponer sumergirse en el mundo de la empresa. "No tengo horarios de trabajo. Salgo del local y continúo trabajando", confiesa. "Cuando llego a mi casa, busco información sobre las tendencias, lo que está de moda, y los colores que se van a llevar en la próxima temporada para que las piezas que realice vayan a juego con esto, y todo ese trabajo comienza cuando acabas la jornada laboral, al cerrar la tienda al final del día" explica.
"Además de eso, me muevo por ferias, busco piezas exclusivas, piedras llamativas o que sean menos conocidas... lo que supone un trabajo a mayor frente a otro tipo de negocios", comenta la artesana.