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"La crisis japonesa afectará menos a España que al resto de Europa"

    Foto de David Farrán.


    Hau L. Lee goza de gran prestigio como experto en gestión de cadenas de suministro. Originario de Hong Kong, es miembro de la Academia Nacional de las Ciencias de EEUU y desde 1983 está ligado a la escuela de negocios Stanford University, primero como alumno y más tarde como profesor. Hau Lee ha recalado en España y ha compartido sus opiniones y valoraciones sobre la estrategia de las empresas globales ante la crisis de Japón.

    P: ¿Qué efectos tiene el desastre nipón en la cadena de suministro global?

    R: Japón es la fuente principal de muchos componentes electrónicos usados en industrias como la electrónica, la automovilística o la de semiconductores. Ahora estos componentes están dejando de llegar a los fabricantes, por lo que en algunos lugares se ha parado la producción y en otros se ha reducido. Sin embargo, aún no se ha llegado a un nivel desastroso porque todavía hay stocks en la red de distribución. Lo que las compañías inteligentes deben hacer ahora es pensar en modos de usar la red existente para no tener que afrontar situaciones preocupantes más adelante.

    P: ¿Qué es lo que deberían hacer las empresas 'inteligentes'?

    R: Deben aprender a ser más proactivas en la cadena de suministro, a ser más flexibles en el diseño, en la red y en el flujo. Así, si eres capaz de diseñar un producto que pueda elaborarse usando más de un material, no tendrás problemas aunque no puedas acceder a un material concreto. Del mismo modo, si tu red es flexible, podrás redirigir los componentes o productos a través de distintas fábricas, y no depender de una fábrica concreta. En cuanto a la flexibilidad de flujo, ésta se basa en tener alternativas si un puerto de entrada o salida de mercancías falla, para no depender de ningún puerto en concreto. Las compañías que tuvieron en cuenta estas tres estrategias fueron las que menos sufrieron en crisis previas, ya que tenían muchas más alternativas ante un problema puntual.

    P: ¿Entonces, todas las compañías deberían revisar sus estrategias?

    R: Sí, es un paso necesario. Estamos tan conectados a causa de la cadena de suministro global y hay tantos puntos de contacto entre compañías y países que todos son mucho más vulnerables ante cualquier eventualidad.

    P: ¿La crisis japonesa es una oportunidad para las economías emergentes?

    R: Durante mucho tiempo, las compañías han apostado por la concentración geográfica por sectores industriales. Sin embargo, los desastres de esta magnitud demuestran a las empresas el alto riesgo de este tipo de estrategias, pese a las grandes ventajas económicas que implican normalmente. Por ello, creo que a partir de la crisis de Japón las compañías empezarán a diversificar en sus manufacturas. Esto será una oportunidad para los demás países que trabajen en este sector: seguramente países asiáticos, Europa del este o Brasil podrán beneficiarse de esta nueva redistribución.

    P: ¿Cómo afecta la crisis japonesa a España?

    R: Es difícil aislar el efecto en una economía en particular, porque hoy en día están todas interconectadas, no se puede concretar mucho. Lo que está claro es que España no se verá tan afectada como Alemania, los países del centro y el este de Europa o México. Ellos son potencialmente mucho más vulnerables, ya que dependen mucho más de Japón. Sin embargo, puede tener algún efecto en España en todo lo que concierne a la industria automovilística. También puede haber un impacto indirecto en los consumidores, si dejan de llegar algunos productos.

    P: ¿Nos quedaremos sin iPad 2?

    R: Hay rumores de que Apple no va a lograr suficiente suministro como para cubrir la demanda, así que puede ser. Además, Apple priorizará el mercado de EEUU al europeo, si hay algún problema... Lo que está claro es que compañías como Apple no pueden permitirse esta falta de esta flexibilidad.

    P: ¿Cuánto puede tardar Japón en recuperarse?

    R: La crisis Japonesa debería durar un período similar a la del terremoto de Taiwan en 1999, que duró un mes. La diferencia es el problema nuclear que se ha generado en Japón y que alargará un poco la recuperación. Si las cosas no empeoran, yo creo que no tardarán mucho en recuperarse, unos 2 o 3 meses.