Pymes y Emprendedores

La escasa internacionalización y las deudas, lastres de la empresa familiar

    Ilustración de Getty.


    Las empresas familiares españolas todavía se encuentran por detrás de sus vecinas europeas. Al menos, así lo revelan los resultados de una encuesta realizada por el lobby European Family Businesses. Y entre sus principales lastres están las deudas contraídas y la tendencia a contratar como directivos a sus propios familiares, en lugar de fichar talento externo. El secretario general del citado lobby, Jesús Casado Navarro, comenta que "las empresas familiares se han endeudado demasiado y no han sabido profesionalizarse".

    Pero, para este directivo, la escasa internacionalización ha supuesto el mayor problema. "Ése es el secreto del éxito de, por ejemplo, las compañías germanas, que son las más exportadoras del mundo" sentencia. Por ello, junto con la I+D+i, la internacionalización es un punto clave que Casado importaría desde Alemania.

    Por su parte, Javier Quintana, director general del Instituto de la Empresa Familiar español (IEF), considera que justo ahora, en el periodo de crisis, las empresas están empezando a hacer sus deberes apostando por la salida al exterior. "Este aspecto es el único que está cambiando de verdad: la caída del mercado local se está compensando a nivel internacional", afirma. Quintana estima que el 80 por ciento de las empresas familiares de tamaño mediano en España están conquistando nuevos mercados.

    Pasos hacia el exterior

    Según se desprende del Indicador de Expectativas Empresariales del IEF (Instituto de Estudios Financieros) correspondiente al cuarto trimestre de 2010, elaborado con Analistas Financieros Internacionales (AFI), España cada vez se apoya más en la internacionalización para luchar contra la crisis. El 53 por ciento de las 1.100 compañías encuestadas recurrió a ella, muy por encima del 36 por ciento registrado en la primera entrega del sondeo. Sin embargo, sus principales armas contra la recesión siguen siendo la reestructuración de la producción y el ajuste del empleo.

    ¿En qué otros aspectos debería España imitar a sus vecinos? En lo relativo a la financiación, países como Austria o Alemania ya han puesto en marcha políticas activas para favorecer la concesión de microcréditos. Y Bélgica y Francia, por su parte, han creado la figura del defensor del crédito, cuya misión es la de velar por los intereses de las empresas familiares en este sentido.

    Jesús Casado hace especial hincapié en el problema de la sucesión. Según explicó, el próximo año más de 500.000 empresas españolas tendrán que traspasar el negocio a la siguiente generación y, teniendo en cuenta la difícil situación económica que atraviesa el mundo empresarial, cerca de dos millones de puestos de trabajo podrían estar en peligro.

    Buen balance en Europa

    La encuesta realizada a empresarios por el European Family Business revela que, a nivel comunitario, este tipo de empresas ha conseguido mantener el tipo durante el periodo de crisis, consiguiendo en algunos casos un incremento del volumen de ventas y por lo tanto, del número de trabajadores en 2010.

    Sus previsiones de cara a 2011 también son relativamente positivas: un 70 por ciento de los encuestados opina que su cifra de negocio se incrementará, de lo que se deduce que las medidas que han ido tomando durante el periodo de incertidumbre económica, hasta la fecha, han dado buenos resultados.

    En la otra cara de la moneda, resulta muy significativo el porcentaje de empresarios familiares que no va a repartir dividendos este año o los casos en los que la retribución al accionista se verá perjudicada (lo hará el 60 por ciento de los participantes en el sondeo). Por otro lado, al ser preguntados sobre el acceso a la financiación para sus negocios, 72 de cada cien encuestados reconocen que actualmente resulta más complicado que antes de la crisis. Sólo un 14 por ciento opina que es más fácil o igual que antes.

    Por otro lado, en cuanto a la actividad empresarial de las compañías familiares españolas (según datos del IEF), el 63 por ciento cuenta con más de 1.000 trabajadores, mientras que el 18 por ciento de ellas cotiza en bolsa. Además, el 21 por ciento está presente en los cinco continentes y 80 de cada cien tienen presencia actualmente en el exterior.