Pymes y Emprendedores
Los hosteleros ingresan un 15% menos por las cenas de Navidad que en 2007
Las Navidades siempre han supuesto un pico de actividad para la hostelería. Un respiro que llega precisamente entre los dos meses más tristes para el sector: noviembre y febrero. En años de bonanza, las cenas de empresa han sido una parte importante de esa inyección de dinero.
Pero la crisis no entiende de festejos y en 2010 estas comilonas reportarán al sector unos ingresos un 15% inferiores a los de hace tres años. Así lo estima José Luis Guerra, adjunto a la presidencia de la Federación Española de Hostelería (Fehr), que calcula que desde 2007 el gasto ha caído cerca de un 5% cada año.
"El sector está todavía en una fase recesiva, seguimos registrando tasas negativas. Por un lado, la demanda de cenas es menor, pero lo más importante es que los precios han descendido; si antes se pagaban unos 40 euros de media por persona, ahora se abonan 30", comenta Guerra. Es decir, los precios han caído un 2%.
Reducir los márgenes se ha convertido en la única forma de atraer a un sector empresarial que, asfixiado, no quiere gastar dinero en fiestas.
Salir, pero gastando menos
Fuentes de La Viña, la asociación de empresas hosteleras de la Comunidad de Madrid, comentan que los clientes "piden menús con precios más ajustados; quieren salir a cenar, pero sin gastarse mucho dinero".
Las mismas fuentes explican que, en la Comunidad, el número de cenas "se ha reducido en los últimos dos años cerca de un 10% de media, aunque hay locales que se mantienen y otros en los que han bajado más".
El descenso, añaden, se debe a la crisis y a la consiguiente contención del gasto: "Antes, la gente organizaba hasta tres y cuatro cenas con diferentes grupos de amigos, mientras que ahora se celebra una y, como mucho, dos en la mayoría de los casos". Al bajón contribuye el hecho de que las campañas de 2006 y 2007 fueran extraordinariamente buenas.
Reduciendo los márgenes
En el País Vasco, 2010 tampoco se presenta como un año muy prometedor para las cenas navideñas. El secretario general de su federación sectorial, Ángel Gago, es reacio a dar cifras, pero sí tiene la impresión de que la caída en los ingresos generados por estas reuniones de empresa puede rondar el 12%, debido en parte al aumento del paro.
¿Qué están haciendo los restaurantes para bajar los precios sin que una cena tan señalada acabe resultando pobre? La clave, explican, está en mantener las fórmulas tradicionales (cava, marisco, y ofrecer alternativa entre carne y pescado) pero eligiendo opciones más económicas.
Jorge Galofré, responsable de franquicias de la cadena de restaurantes La Alpargatería, explica cómo sus establecimientos han pasado de ofrecer, de cara a estos eventos, un menú de 30 ó 40 euros a uno de 25 euros: "Ahora servimos un vino más asequible pero que sigue siendo atractivo. También hemos cambiado el solomillo con salsa de foie por platos como los raviolis de espárragos, la brocheta de verduras y gambas o los solomillitos de cerdo".
Menús por 20 euros
Antonio García, secretario general de la Federación Andaluza de Hostelería, explica que los empresarios del sector "han elaborado menús de 20 euros que antes de la crisis no existían". En su comunidad autónoma, pese a la actual coyuntura, la percepción para 2010 no es mala: "Hemos notado un repunte en el número de reservas de cara a la Navidad, como consecuencia del enorme esfuerzo realizado para ofrecer menús variados a un buen precio". Este empresario añade que, en su caso, para ajustar la cuenta, las gambas congeladas están sustituyendo a las frescas, y el secreto de ibérico al chuletón de ternera.
Fuentes de La Viña, por su parte, comentan que los precios medios de los menús en la Comunidad de Madrid van de los 30 a los 45 euros en la mayoría de los locales, y que la gente se gasta, de media, unos 35 ó 40 euros por cena.
Estas Navidades cuentan con un problema añadido: que tienen dos viernes menos. Al coincidir las noches de los días 24 y 31 en fin de semana, el número de salidas nocturnas se reduce a la mitad. Por este motivo, algunos ayuntamientos han ampliado los permisos de apertura para los hosteleros, ya que este tipo de celebraciones implica que las puertas del local se abren dos horas más de lo normal. Es su forma de apoyar a un sector cuya aportación al Producto Interior Bruto (PIB) supera el 7%.