Pymes y Emprendedores
Mujeres al borde de un ataque de nervios: el estrés les golpea más a ellas
El Observatorio Permanente de Riesgos Psicosociales de UGT asegura que este tipo de condiciones afectan más a las mujeres que a los hombres y por ello, éstas son más propensas a sufrir también el síndrome del quemado o burn out.
El tipo de trabajo, fundamental
El hecho de que haya más mujeres en actividades relacionadas con movimientos repetitivos, trabajos monótonos y de poca creatividad agudiza las posibilidades de padecer episodios de estrés.
Muchos de estos trabajos exigen agilidad y precisión, conllevan el mantenimiento de posturas inadecuadas y forzadas, ritmos excesivos o bien se trata de tareas poco cualificadas alejadas de la toma de decisiones. Según el sindicato, se trataría de trabajos del sector textil, la sanidad o el de los teleoperadores, mayormente ocupado por mujeres.
Factores ambientales
El sindicato también advierte de otros factores ambientales que contribuyen a incrementar el nivel de estrés en las mujeres, como la asunción en soledad de las tareas domésticas sumado a la atención y cuidado de familiares.
Conocido como uno de los males del siglo XXI, la Unión Europea calcula que provoca al año unas pérdidas de 20.000 millones de euros en toda Europa. Para solventar esta problemática una de las soluciones pasaría por "dar un enfoque de género a las evaluaciones que se produzcan en la compañía", aseguran desde el sindicato, además de fomentar la participación de las mujeres para que comuniquen los riesgos más evidentes a los que creen que están sometidas durante la jornada laboral.
Los períodos de estrés pueden deberse también a diversas situaciones, como el acoso moral o mobbing, que pueden sufrirse en el entorno laboral. El acoso moral ya está reconocido como una enfermedad laboral. La elaboración de código éticos de comportamiento, consensuados entre empleados y empresarios, contribuye a solucionar los episodios de estrés que vengan por esta vía.