Pymes y Emprendedores

Un hotel que cambia los beneficios por convertirse en imagen de marca

  • El Silken Puerta de América es un museo de arte contemporáneo donde se puede comer y dormir
  • Están organizando tours turísticos para que los clientes conozcan las instalaciones del edificio
Marino Elorza, en el interior del hotel.


Seguro que alguno de ustedes ha pasado alguna vez por la avenida de América, de Madrid, y se ha topado con la fachada de un hotel de colores de la que cuelgan unas frases. Pues esas frases, escritas en varios idiomas, pertencen al poema Liberté que escribió Paul Élouard -a quien Dalí arrebató Gala- en 1942. Unas estrofas que el hotel Silken Puerta de América ha asumido como suyas desde el momento en que se inauguró, un 22 de septiembre de hace cinco años.

Y es que esa libertad es una de las señas de identidad de un establecimiento que cuenta con 13 plantas distintas decoradas por otros tantos reputados arquitectos. "Una libertad, además, que se ha convertido en estrategia empresarial y que estamos en vías de convertir en imagen de marca del grupo Silken", confirma su director, Marino Elorza.

"Son 315 habitaciones para soñar. Nuestra intención es despertar los sentidos del cliente y que éste aprecie el valor añadido de la inversión espectacular que hemos hecho en el diseño", añade Elorza, un hombre curtido en la gestión hotelera, que apenas lleva seis meses dirigiendo el Puerta de América y que llegó desde un destino nada fácil, el hotel Al Andalus de Sevilla. Pero que en este tiempo ya se ha dado cuenta de que este hotel de autor cuesta lo que vale y más. "Al tener tantas piezas y objetos exclusivos, los gastos de mantenimiento multiplican por cuatro o cinco los que tiene cualquier hotel de cinco estrellas".

Mármol de Carrara

Por ejemplo, el MarmoBar -bar de copas diseñado por Marc Newson- tiene una barra de 8,25 metros de largo hecha en mármol Statutario Venato blanco, de Carrara, cuya pieza original pesaba 6 toneladas, lo que provocó que fuera la primera pieza instalada en el hotel, incluso antes que la fachada.

A pesar de todo, el objetivo es no perder dinero, cosa que, de momento, no sucede. "Lo que ocurre, dice Elorza, es que las obras de arte no son baratas y hay que pensar que a la larga el caché que tiene beneficiará a todo el grupo hotelero".

Todo en el establecimiento es rompedor y cada habitación un mundo a descubrir. Por eso, van a instalar en su recepción una pantalla interactiva para que el huésped pueda elegir la habitación que más le gusta o interesa. Y hay algunas bien particulares. Por ejemplo, las de la primera planta han sido diseñadas por la iraquí Zaha Hadid, premio Pritzker 2004 (algo así como el Nobel de la arquitectura). De las 27 habitaciones de esta planta, tres de ellas son negras. Según destaca Elorza, "la mitad de la facturación pertenece a clientes que vienen de fuera de España animados por alojarse en un hotel único en el mundo".

Vacuna

Todo esto no ha podido vacunarles contra la crisis y por eso han reducido algunos gastos. Por ejemplo, en su restaurante Lágrimas Negras, cuyos fogones dirige con maestría el chef José Luis Estevan, formado en El Cenador de Salvador, Zalacaín, La Broche y Martín Berasategui, y en el que han cambiado la comida a la carta de mediodía por un brunch con objeto de captar a ejecutivos y directivos, y la fórmula ha funcionado, porque como dice su director "somos de los pocos restaurantes gastronómicos que tenemos beneficios".

Pero si el hotel ha sido diseñado por arquitectos y diseñadores tan reputados como Jean Nouvel, Teresa Sapey, Norman Foster, David Chipperfield, Vitorio y Lucchino, Marc Newson, Arata Isozaki o Javier Mariscal, entre otros, cabe preguntarse cuál fue el coste de esta maravilla del arte contemporáneo. Pues 75 millones de euros, aunque todo el mundo, incluso su director, cree que esta cantidad se queda corta.

Plató de cine

Y, claro, con tanto diseño y tanta inversión en crear espacios espectaculares y exclusivos, lo lógico es lograr la amotización de los gastos. Tal vez por ello, una de las estrategias del hotel es alquilar plantas enteras a empresas, muchas de ellas de moda o perfumería, para que realicen sus producciones sin moverse de allí.

Otra de las novedades, como anuncia su director, es potenciar la oferta gastronómica, para lo que la cadena Silken ha contratado como asesor a Martín Berasategui, de manera que los cocineros de todos los restaurantes irán rotando por Lasarte y Vitoria, teniendo como base la cocina que se hace en el Lágrimas Negras.

También van a poner en marcha tours de visita turística por las distintas estancias del hotel, "pero sólo para clientes, porque hacerlo de otro modo sería temerario", dice el director, y van a realizar una apuesta fuerte para que las empresas puedan hacer sus presentaciones en las habitaciones del hotel.

Los precios oficiales van desde los 211 euros por noche de la habitación más sencilla -De Luxe- a los 3.485 euros de la Suite Presidencial.