Pymes y Emprendedores
Las vacaciones de verano no son para todos: es hora de contratar becarios
Llega el verano, llega el calor y las vacaciones y muchas empresas de servicios no se acuerdan de que van a necesitar refuerzos para esos meses: es la hora de los becarios.
"Es increíble la falta de planificación de la mayoría de empresas, que no realizan sus solicitudes de personal para el verano hasta junio o julio", asegura Laura Moya, consultora de la empresa Page Personnel.
Muchos directivos tratan de redistribuir las funciones de su departamento entre los empleados habituales. Y sólo al final, cuando no hay forma de cubrir todos los huecos, recurren a los becarios de verano.
Así, deprisa y corriendo, las consultoras de selección de recursos humanos y, en especial, las de trabajo temporal, se atragantan de currículos durante estas fechas para cubrir entre los meses de julio a octubre centenares de puestos de trabajo de lo más variados. Porque cada vez son menos las empresas que cuelgan el cartel de Cerrado por vacaciones.
Portales de empleo, bolsas de trabajo de universidades y escuelas de negocios, servicios regionales de empleo y escuelas de formación profesional. Ahí está la auténtica cantera de becarios, esos lugares a los que recurren las empresas en verano y durante todo el año para conseguir personal.
Un personal que quizá tenga poca experiencia, pero al que se le piden unos requisitos muy parecidos a los de muchos procesos de selección. En Infojobs, por ejemplo, hay 495 ofertas de trabajo para becarios del total de 59.733 que pululan por la web. "Nuestra temporada alta es en septiembre", señalan desde la compañía.
De la beca al contrato
"Las empresas que quieren quedarse con los mejores son más exigentes en sus requisitos", comenta Fernando Martínez, director general de la Fundación Universidad-Empresa. El organismo que dirige mueve de 400 a 500 becas durante los meses de más calor. Y una promesa: "De los recién licenciados, el 90 por ciento tiene sitio seguro en esa empresa o en otra del mismo sector".
El becario se demanda, incluso, para cubrir puestos que requieren cierta especialización, como auxiliares contables para el departamento de finanzas o administrativos de ventas. Lo cual no deja de ser un contrasentido, ya que, por definición, el becario en prácticas es un recién licenciado sin experiencia.
Parte de ese vacío de conocimientos se cubre con el mes de julio. "Se trata de que pasen un mes con la persona que tiene el puesto fijo para que le trasmita los contactos y la forma de hacer las cosas", explica Moya.
En empresas como Alta Gestión o L'Oréal buscan durante todo el año gente para cubrir determinados puestos. En la ETT reclutan a unos 300 becarios entre licenciados en Psicología, Sociología y todo lo relacionado con Recursos Humanos, de los que 70 se acaban incorporando a alguna de las oficinas de la compañía.
También es época para contratos junior. La buena noticia es que cada vez hay más candidatos disponibles. Ahora, la mayoría de los estudiantes busca su primera experiencia profesional el mismo año en el que acaban su carrera universitaria.
Encontrar candidatos, tarea díficil
Ésta es otra de las tendencias que están cambiando en el mercado laboral, según la consultora Michael Page, ya que hasta hace pocos años muchos jóvenes optaban por realizar un máster antes de empezar a mover sus currículos.
Pese a la abundante oferta, encontrar a los candidatos adecuados no es tan fácil como parece. "Hay muchísima dificultad para cubrir estos puestos", aseguran desde la consultora Page Personnel. Porque no sólo de carrera e idiomas vive el currículum. Cada vez más, las ofertas de empleo están repletas de palabras como movilidad, capacidad para trabajar en equipo y dotes de comunicación.
La consecuencia de esta demanda tan necesitada es que los salarios de entrada no han dejado de crecer en los últimos años. Quedan lejos los tiempos en los que algunos incluso pagaban por tener una primera experiencia profesional.
"Estamos hablando de salarios muy competitivos, casi como los de la persona a la que sustituyen", dice Moya.