Pymes y Emprendedores

Una de cada cuatro micropymes cierra por la morosidad de los ayuntamientos



    Una de cada cuatro empresas tiene que echar el cierre porque el retraso de los pagos del ayuntamiento de turno termina siendo insoportable. Éste es el dato que aporta la organización de autónomos ATA. Pero hay más: 6.000 millones de euros, una cantidad idéntica a la que prevé recortar del plan de infraestructuras el ministro de Fomento, José Blanco, es lo que los ayuntamientos de España adeudan a las pymes. Un cóctel explosivo.

    Y ante esto, el Gobierno acaba de dictaminar que los consistorios no podrán pedir créditos, ni públicos ni privados, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2011, para acometer nuevas inversiones.

    Lo que se traducirá, según las organizaciones que representan a las pymes, en más retrasos si no en congelación de los pagos, licitación pública cero y en consecuencia menos trabajo, el cierre de una vía de ingresos (la pública) para mucha pequeña empresa y en último extremo más desaparición de tejido empresarial.

    "La situación de cobro ya es de por sí muy precaria porque los plazos son prolongados; si los ayuntamientos no pueden endeudarse y a falta de una ley de financiación local, las pymes se ven abocadas a más retrasos, lo que puede conducir a muchas al cierre", explica Josep González, presidente de Pimec, la patronal de pymes catalanas.

    Se acaban los créditos y por tanto, el consumo y la inversión

    Y es que aunque la nueva normativa de morosidad contempla que las Administraciones públicas tienen que pagar a las empresas en 30 días -algo que se irá aplicando de forma progresiva hasta 2013-, lo cierto es que, en el mundo real, los plazos de pago se prolongan hasta los 240 días, según datos de ATA destacados por su presidente, Lorenzo Amor.

    En su opinión, prohibir por ley que los ayuntamientos se endeuden "es empezar la casa por el tejado", porque sigue pendiente una ley de financiación local que establezca qué dinero, así como competencias, corresponde a estas corporaciones.

    Camilo Abiétar, presidente de la organización de autónomos OPA, también cree que desde el Gobierno se equivocan: "Los ayuntamientos, queramos o no, son las administraciones que gestionan las economías locales, el primer eslabón de la cadena. Si asfixiamos a los ayuntamientos, asfixiamos al 80% de las empresas que trabajan para ellos, que son pequeñas", añade Abiétar.

    Pedro Mezquida, presidente de Asnepa, va más allá: "Después de los ayuntamientos vendrán las comunidades autónomas, que están tan endeudadas como los primeros". Y cree que no hay que desengañarse, la banca va a dejar de dar créditos "desde ya": "Si soy una entidad, no voy a dar dinero a un ayuntamiento si el año que viene veo que no va a poder pagarme".

    Oscuro 2011

    Según explica Sebastián Reyna, presidente de Upta, "en teoría, y sólo en teoría", la medida del Gobierno no tiene por qué afectar al pago de los servicios contratados, porque estas partidas están contempladas en cada presupuesto anual que se aprueba. Y la lógica dicta que los municipios tienen que pagar primero lo que tienen pendiente antes de licitar obra nueva. Ahora bien, sí tendrá un impacto inmediato en el trabajo de las empresas.

    Reyna recuerda que la crisis ya se ha llevado por delante a 120.000 autónomos del sector de la construcción. Para que los 480.000 que quedan sigan vivos, las esperanzas están depositadas en el plan para rehabilitación de viviendas, con deducciones del 10% en el IRPF para estas obras, así como del IVA superreducido al 4%.

    Salvador García Torrico, presidente de Conae, lanza un mensaje de esperanza: "Cada vez son más los que se deciden a emprender un negocio, así ha aumentado en más de 1.300 la cifra de autónomos extranjeros en abril. Y los autónomos sacarán al país de esta crisis".