Pymes y Emprendedores
¿Eleva el rendimiento o es escaqueo? Realidades y mitos del teletrabajo
En este escenario, triunfa el teletrabajo, con empleados móviles sin despacho asignado porque pueden trabajar en casa, en oficinas del grupo en el exterior, mientras van de aeropuerto en aeropuerto... Una opción con partidarios y detractores.
Pros y contras
Hay quienes piensan que el trabajador produce más y mejor porque equilibra su vida familiar con la laboral. Y otros que consideran que con ello se instala el descontrol en los departamentos y aumenta la posibilidad del escaqueo.
En Sun Microsystems, por ejemplo, lo tienen claro. Hace dos años, implantaron el programa Worklife Balance (algo así como 'equilibrar vida y trabajo') que, entre otras medidas de conciliación, contempla la posibilidad de que cualquier miembro de la plantilla, desde el primero hasta el último empleado, pueda acogerse al sistema de conexión remota.
ADSL a cargo de la empresa
Sonsoles Seijas, directora de Recursos Humanos de la compañía, explica que sólo hay que solicitarlo: Sun subvenciona el ADSL que el empleado instalará en su casa y a partir de ese momento ya puede teletrabajar a sus anchas. Es lo que hace, sin ir más lejos, Pilar Torres, directora de Operaciones para Europa, Medio Oriente y África, y madre de tres niños pequeños.
Cuenta que sólo acude a las oficinas de la sede, en Madrid, "una o dos veces por semana". Una jornada normal de trabajo consiste en lo siguiente: "Llevo a mis hijos al colegio y vuelvo a casa. Me reúno con mi equipo por medio de conference call (llamadas por teléfono en la que participan varias personas al mismo tiempo), trabajo en el ordenador, hago llamadas...". Luego recoge a sus hijos y el tiempo que otros emplean en el café o charlas de sobremesa, ella lo utiliza para "descansar y jugar con ellos". Más trabajo y fin de la jornada, todo sin moverse de casa.
Otra filosofía empresarial
Pese a que este modelo casa bien con compañías como Sun, que trabajan en red, en realidad, como destaca Torres, más importante que la tecnología es la filosofía que impregna a la empresa: "No se confunde actividad con resultados". Desde ese punto de vista, pasa a ser irrelevante la cantidad de trabajo frente a la calidad del mismo.
En opinión de Ignasi Buyreu, socio de Mercer Consulting, el teletrabajo hace incrementar la motivación y retención de los empleados. Algo que también suscribe Andrés Fontenla, director general de Futurestep, que añade otro dato de interés: "En sentido puro, el teletrabajo es más rentable para la empresa porque ahorra en gastos de explotación". Además, la eliminación de barreras horarias o físicas puede estimular a un perfil de trabajador que emplee todo su tiempo en generar valor para la empresa.
Pero Buyreu también advierte de las implicaciones que para la planificación de los recursos humanos de una empresa tiene la implantación del teletrabajo: "Las jornadas ya no pueden medirse en función de las horas, minutos y segundos, sino en función de otras magnitudes como ventas obtenidas o proyectos finalizados en un determinado plazo de tiempo".
Y es que, desengañémonos, dice este experto, "¿qué es un proyecto sino un trabajo con fecha de vencimiento y para cuya elaboración se cuenta con unos recursos?".
Cambio cultural
Requiere, eso sí, de un cambio cultural radical en la compañía que, además de contemplar el trabajo por objetivos, tenga en cuenta otro tipo de consideraciones. "Hay que capacitar a los empleados y acostumbrarlos a una labor de equipo de alto rendimiento que no requiera de la presencia física y el contacto permanente, en la que cada miembro tenga sus cuotas de autonomía y capacidad de organización", explica. Además, añade, "requiere del apoyo sin fisuras por parte de la dirección y confiar en la responsabilidad de los empleados en cuanto al cumplimiento de su trabajo".
Con todo, hay otros elementos que ensombrecen aún la posibilidad de implantación del teletrabajo en las empresas españolas. De hecho, "la idea de que todos trabajaríamos desde casa, a la vista de los resultados, está desmentida", como apunta Buyreu. Tecnológicamente es posible, ¿pero qué pasa con el animal social que hay dentro de cada uno de nosotros? Que piensa: "No voy a ascender en la empresa porque no me ven".
Es lo que de hecho creen seis de cada diez ejecutivos de 71 países consultados por Futurestep, aunque muchos de ellos (el 48%) consideraría cambiar a un puesto que implicase teletrabajar y más aún (el 78%) piense que los que se acogen a esta modalidad son igual o más productivos que el resto. Contradicciones propias de una aún incipiente transformación en el ámbito de los recursos humanos en un país, como el nuestro, que avanza en la economía del conocimiento.