Pymes y Emprendedores

Granjero busca pyme: cómo convertir un negocio rural en una gran empresa

  • Internet es la llave con la que abrir nuevos canales de distribución hacia el consumidor final


¿Se puede competir con las grandes superficies en alimentación y productos frescos sin recurrir a los tradicionales canales de distribución? ¿Es posible que una pequeña factoría de utensilios de acero se abra al mercado internacional sin salir de la provincia de Teruel? ¿Se pueden vender las naranjas cultivadas en un finca particular a cualquier punto de España sin necesidad de crear una red de logística y transporte?

La respuesta a todas estas preguntas es que "sí, se puede", como afirman los protagonistas que han sabido encontrarla a través de Internet. Y, además, con una alta rentabilidad. La unión de las nuevas tecnologías de comunicación y los negocios rurales más tradicionales dan como resultado una nueva forma de hacer negocios en el campo: la venta directa al consumidor final a través de la red.

Ése fue el caso de José Vicente, un agricultor de la comarca de La Safor (Valencia) que hace tres años decidió romper con el sistema de negocio tradicional: "Yo llevaba toda la vida dedicado al cultivo de la naranja, pero llegó un momento que vi el engaño que le hacían al agricultor con los precios de compra. Busqué un canal de distribución para que llegara la fruta en buenas condiciones a la gente, madurada en el árbol, no en cámaras frigoríficas, y que eliminara a los intermediarios". Así creó Del árbol a su mesa, una tienda online a través de la cual distribuye todas las semanas sus naranjas a 350 clientes fijos.

Sin saber informática

"No había visto un ordenador en mi vida", afirma este agricultor, "pero un amigo que es informático me asesoró. Ahora recibo los pedidos, voy con una furgoneta a la finca a recoger la fruta por las mañanas y por la tarde la mando por una empresa de mensajería. En 24 horas la reciben los clientes".

Un caso similar es el de la compañía Disfruta&Verdura, que hace dos años nació en Cataluña de la mano de tres socios. "Teníamos amigos de Barcelona que se quejaban de que la fruta y verdura que se compra en la capital no tiene el mismo sabor que la recién recolectada en el campo", afirma Josep María Vidal. "Entonces surgió la posiblidad de buscar una solución a eso". De uno de los socios partió la idea de crear una plataforma online para que los consumidores de las grandes ciudades pudieran hacerse con verduras frescas directamente desde la huerta; otro puso las tierras que cultivaba en Cambrils y el tercero, publicista, se dedicó a la promoción.

Disfruta&Verdura distribuye cada semana 17.000 kilos de fruta y verdura a toda España. "La gente entra en nuestra web, elige el tipo de pedido que quiere y todas las semanas mandamos una caja con los productos que da la tierra. El transporte se hace en frío y llega en 24 horas". Ahora pretenden ampliar el negocio como proveedores adicionales de huevos camperos y leche ecológica.

Turismo sin fronteras

Otro caso llamativo es el de Ricardo Buil, creador de centraldereservas.com, uno de los portales de referencia en el sector de las reservas turísticas. Trabajaba como ganadero en el pueblo de Ainza y en 1997 decidió abrir una web "para alojamientos de la zona. Internet estaba entonces en pañales". Durante dos años la web no produjo ningún beneficio económico "y tuvimos que vencer muchos problemas, porque no nos llegaba el ADSL a la zona".

Parte de lo rentabilizado con las vacas lo reinvirtió en su empresa, donde a la baja velocidad de conexión también se le unió "que no encontrábamos trabajadores cualificados aquí". De ese problema llegó una solución: contratar colaboradores freelance con los que Centraldereservas creció, expandiendo su oferta a nivel internacional. "Anualmente ahora facturamos 18 millones de euros y recibimos currículums de gente que quiere trabajar con nosotros en Ainza, porque se vive mejor".

Ricardo Lop, de Aceros de Hispania, también se acercó a Internet para buscar nuevos mercados para las navajas y cuchillos que fabrica en un pueblo de Teruel. "Ahora somos internacionales sin salir del pueblo", presume.