Pymes y Emprendedores

"A los traductores no se nos valora lo suficiente, y ahora todavía menos"



    Word Works está a punto de cumplir 15 años. Mitad consultora lingüística, mitad consultora empresarial, fue fundada por Luis Revilla -"traductor hippy"- y Carmen Yates -"con vena empresarial y la mejor comercial del mundo"-. Así los define su hija Trilce, que hoy ocupa la gerencia de una compañía con sedes en Madrid, Barcelona y Shanghai.

    P Coger las riendas es una responsabilidad, más cuando la empresa la fundaron sus padres. ¿Ha introducido algunos cambios?

    R Bueno, antes había otra gerente y cuando me hice yo cargo intenté cambiar el espíritu. No queremos crecer a costa de cualquier cosa. Es más, nos gusta la competencia y creemos en la colaboración con ellos. En cualquier caso, ha influido mucho el hecho de ser empresa familiar. La empresa ha sido mi hermana pequeña y mis padres han sido muy ambiciosos de vida, no de dinero. He tenido dos grandes maestros.

    P Pero a usted lo de los idiomas le gusta, claro...

    R Estudié Traducción e Interpretación porque cuando oía algo que no entendía me enfadaba mucho. Aunque tampoco crea que sé muchos: inglés, francés, español y entiendo catalán. Mi idea es seguir con el alemán. Y aun así, me dí cuenta de que no quería ser traductora, sino empresaria.

    P No deja de ser un mal casi endémico que los españoles con los idiomas no nos llevamos demasiado bien...

    R Es curioso porque hace 15 años, cuando nació la empresa, fue el boom de las empresas de traducción. Y en esa época, al que chapurreaba ya se le consideraba bilingüe y la traducción no se valoraba nada. De hecho, decías que eras intérprete y te preguntaban en qué películas habías salido (risas).

    P ¿Se valora más ahora su profesión o con la crisis las cosas están aún más complicadas?

    R No se valora lo suficiente, y con la crisis aún menos. No se concibe la importancia de que no sólo se traducen palabras, sino que hay que trasladar ideas. En el sector de la cosmética quizá se valora más, por la importancia que le dan a los folletos. Pero en electrónica y bricolaje muchas veces se aplica la traducción automática. Claro, venden tarzánico (risas). Y luego pasan cosas curiosas, como que en los vehículos la calidad de su libro de instrucciones depende mucho de la gama del coche, pero los manuales de taller son casi impecables. Así se evitan accidentes laborales.

    P Tienen sede en China. ¿Qué tal han desembarcado allá las empresas españolas?

    R Se han cometido muchos errores. Se ha pensado que al haber tantos chinos, con pocos que compraran se les iba a resolver la vida. Hemos querido imponer nuestros valores y hemos pensado que iba a ser igual que con Latinoamérica sólo que con 1.500 millones de personas. Nuestro objetivo es ayudar a las empresas a trasladar bien sus ideas y con ellas sus productos. Así sí se pueden forrar.

    P La compañía también ejerce como consultora empresarial. ¿Qué errores han cometido las empresas con la crisis?

    R Uno muy común: cerrar todo. Echar a la mitad de la plantilla, cerrar oficinas fuera y eliminar la comunicación es un error. Sí que hay que quitar gastos superfluos, pero no sólo de los directivos, sino de cualquier empleado.

    P ¿Van a ampliar su presencia en Asia o tienen otros mercados como objetivo?

    R Es donde tenemos puestos nuestros ojos. Primero fue China y ahora estamos en contacto con Singapur, un centro neurálgico para los negocios.

    P ¿Qué parte de culpa tiene el sistema educativo de nuestro poco conocimiento de los idiomas?

    R Más que la calidad, sí es importante que se despierte la curiosidad de los niños, que los profesores inspiren. Porque para aprender un idioma no basta con estudiarlo, hay que alimentarlo con curiosidad a lo largo de toda la vida.

    P ¿Usted es de las que piensa que la culpa de ese escaso nivel es del doblaje?

    R No, a mí me gusta. No puedo estar en contra, porque tenemos una industria buenísima. Además, no somos el único país que dobla. En Francia también pasa y están sólo un poco mejor que nosotros.

    P Sin embargo, en Latinoamérica el nivel es bastante mejor que el nuestro, y no hay doblaje...

    R Sí, pero están tan influidos por Estados Unidos que aunque tengan buen nivel de inglés, caen en demasiados anglicismos.