Pymes y Emprendedores
Las burbujas financieras ya existían hace más de un millón de años
La paleontología se ocupa de soldar los eslabones perdidos para trazar la historia de la humanidad. Pero el paso de los años, un millón por lo menos, no nos ha cambiado mucho, ya que seguimos padeciendo crisis y burbujas económicas que estallan sin remedio y son muy similares a las que sufrieron los homínidos que vivieron an Atapuerca.
Como señala Juan Luis Arsuaga, uno de los directores de las excavaciones en la sierra burgalesa, "las burbujas -también las económicas- no se controlan. Cuando se hinchan mucho estallan y hay que empezar de nuevo. Ocurre en ecología, en biología, en paleontología, en economía... en todo. Este es su destino final. Por eso lo más adecuado es no crearlas".
Semejanzas y diferencias
Pero, ¿cómo eran los directivos y empleados de la sierra burgalesa hace un millón de años? La multitud de analogías que existen entre nuestro mundo, que no es más que una extensión de aquél, nos muestra que lo que ocurría en el Pleistoceno no era muy distinto.
"La diferencia, dice Arsuaga, es que esta especie de directivos que cazaban o sustentaban el liderazgo de las tribus eran más realistas y prácticos que los actuales. De hecho, vivían pegados a la tierra y fue con los primeros brotes de la aparición de la agricultura cuando se empezaron a crear las primeras burbujas".
El desarrollo de técnicas agrícolas hizo que surgiera la abundancia de cosechas y eso llevó a la competencia entre los grupos. "Si hay excedentes de grano, carne... entonces comienzan los conflictos. Como en las empresas, mientras todo el mundo se ocupa de cazar para vivir, no ocurre nada, el problema surge con el almacenamiento y con el excedente", resume Arsuaga.
"Un problema añadido era el ego", dice este paleontólogo, "que ha acompañado a la evolución humana e incluso a los homínidos de Atapuerca, donde había un ecosistema muy rico, y grandes recursos alimentarios, por eso lo lógico es que la población creciera... y comenzaran los problemas (no había comida para todos)".
Malthus como base
Arsuaga se considera, en este aspecto, un poco "malthusiano", y se apoya en la idea de que los recursos limitados es recurrente en la historia de la humanidad.
"Llega un momento en que nacen más individuos de los que pueden vivir, y eso también tiene que ver con un efecto burbuja. Al capitalismo salvaje -del que estoy en contra- se le podría comparar con las leyes de la naturaleza, que están hechas para desobedecerlas", subraya Arsuaga. Una de las hipótesis científicas más polémicas sobre los homínidos de Atapuerca es si existía cierta socialización y si cuidaban a los enfermos. De hecho, como eran nómadas parece que abandonaban en el camino a los que no podían seguir. En cierto modo, igual que hacen la sociedad actual y las empresas.
Arsuaga no sólo está de acuerdo, sino que añade que el problema era la movilidad. "Porque hemos encontrado rastros de niños con graves enfermedades que la tribu seguía cuidando siempre que pudieran andar. Esto descubre otra analogía empresarial: el mundo es un ecosistema con recursos limitados y hay diferentes especies que compiten por los mismos bienes. En ese contexto de competitividad, unos evolucionan y otros se extinguen.
¿Y cómo eran los emprendedores de la época? ¿los más valorados eran los más inteligentes, o tal vez los mejores cazadores? Arsuaga responde que ni unos ni otros. Porque nosotros estamos aquí gracias a los que tuvieron más hijos, aunque no fueran virtuosos, buenos o inteligentes. "Así que el emprendedor no obtenía beneficios económicos, sino que su recompensa era de estatus social, un estatus que estaba relacionado con el número de des- cendientes porque eso le permitía perpetuar la estirpe. Un estatus de poder que sigue vigente en la actualidad".