Pymes y Emprendedores
El mercado también da respuesta al complicado día a día de los zurdos
Odalis Hernández trabajaba en una cafetería hace más de un año. Allí vio cómo dos compañeras suyas tenían a veces dificultades para manejar las bandejas, cafeteras, platos y demás objetos. Su único problema es que eran zurdas. Moverse con la mano izquierda en un mundo lleno de diestros puede llegar, a veces, a ser una especie de gymkana.
Odalis vio un nicho de negocio, y se convirtió en empresaria hace algunos meses. Una inversión de 30.000 euros le permitió abrir, a ella y una socia, un local denominado Manozurda. El nombre no se refiere al talante del local, sino a su objeto de negocio: más de 200 productos de escritura, de hogar, de material escolar, ocio e informática, entre otras categorías; y todos han sido diseñados para que los zurdos los manejen con la misma soltura que los diestros.
Tijeras, ratones, teclados
Los precios son muy variados, desde los 70 céntimos que cuesta una regla con la numeración escrita de derecha a izquierda, a los 75 euros del teclado informático con el bloque numérico auxiliar a la izquierda, pasando por los 22 euros de las tijeras especiales para sastre, o los 14 euros de un kit para manicura, con tijeras pinzas y lima.
Manozurda invierte al mes entre 1.000 y 2.000 euros para importar el material que produce su catálogo, principalmente de Alemania, Inglaterra, Francia e Italia pero el país germano es el principal proveedor. "Allí dominan el negocio de la papelería desde hace muchos años, en algunos casos desde incluso el siglo pasado, y siempre han mostrado más sensibilidad por los zurdos", explica Odalis.
Gran parte de los clientes de la tienda son padres que van a adquirir material escolar para sus hijos, como libretas, cuadernos, tijeras, etcétera, todo debidamente diseñado a su peculiaridad.
La responsable de la tienda se queja de que el sistema educativo español no presta atención a este colectivo, que actualmente equivale al 7 por ciento de la población española. Mantiene que muchos de esos padres son diestros reconvertidos; personas que fueron obligadas o forzadas a escribir con la derecha.
Enfoque mercantilista
Los zurdos escriben en forma de gancho (retorciendo la mano), por lo que la postura no es estable, pudiendo causar incluso problemas en las articulaciones por forzar una postura no natural.
En cualquier caso, su negocio no tiene un enfoque filantrópico sino puramente mercantilista. "Era un contrasentido que los zurdos necesitaran unos instrumentos especiales y que, sin embargo, no los hubiera. Esperamos que esto despierte mayor interés", sentencia Odalis.
Reconoce que los arranques están siendo difíciles, aunque es consciente de que se trata de un negocio "a medio plazo". Confían en lograr rentabilidad en un periodo no inferior a dos años pero, de momento, los zurdos ya tienen sus propios cuadernos.