Enjoyers se reinventa: tras sus mapas rascables, crea la primera fábrica creativa de las emociones

Carlos Martínez es el fundador y CEO de Enjoyers, una idea de negocio que nació bajo el paragüas de mapas y láminas diseñados con tinta rascable (lograron facturar 200.000 euros anuales, un 15% en el exterior), con gran acogida por parte de la Generación Y, que vio la luz en un pequeño pueblo al norte de Cáceres.

Tras cerrar una ronda de inversión por valor de 100.000 euros en plena pandemia, Martínez ha querido virar el modelo de negocio hacia nuevos productos que aumenten la comunidad de seguidores de la marca.

En Enjoyers se han empeñado en convertir emociones, experiencias e historias en arte, con nuevos productos de impacto, como laminas decorativas o mapas rascables a través de ilustraciones de artistas originales y exclusivas. La marca, nacida en septiembre de 2018, con la visión de ocupar el rincón favorito de un millón de hogares convirtiéndolos en el espacio de la casa en el que las personas disfruten del arte y la creatividad; para poder desnudarse (que no desvestirse) y dejar ver las emociones que llevan dentro.

Mapas y láminas rascables

Hasta la fecha, su producto estrella estaba enfocado en los mapas y láminas diseñados con tinta rascable, dirigidos mayoritariamente a un publico femenino entre los 20 y 35 años y que consisten en ir rascando, al estilo 'rasca y gana', los lugares que se visitan o las experiencias que se viven. Al rascar (cada país, cada ciudad o cada experiencia) se descubren una ilustración diferente y se convierte en una forma original de recordar aquellas experiencias que has vivido. Martínez cree que para los millennials la riqueza consiste en la calidad de las experiencias vividas más que de los bienes materiales adquiridos: "Nuestros productos y servicios ayudan a recordar esas experiencias y les motivan a disfrutar más de la vida", señala.

Por ello, a finales de 2020, la compañía (con sede en Cuacos de Yuste, un pequeño pueblo al norte de Cáceres) han apostado por una metodología creativa propia y se han lanzado a ilustrar emociones a partir de lo que su comunidad siente o lo que la sociedad respira. En palabras de Carlos Martínez, detectaron que había una necesidad imperiosa de inspirar a esas personas que necesitaban algo con lo que sentirse identificadas y canalizar sus emociones, en un contexto emocional complicado a consecuencia de la COVID-19. "Vivimos en una sociedad en la que el 20% de la población sufrirá una depresión a lo largo de su vida. La sociedad necesita iluminar su mente a través del arte, sentirse cómodo e identificarse con su hogar", traslada Carlos.

Joven emprendedor

Lo sabe bien este joven emprendedor de 27 años, que se apuntó a un curso de creación y orientación de empresas para desconectar mientras estudiaba Farmacia. Su tutora le animó a presentar un plan de negocios a los premios emprendedores de la Universidad complutense de Madrid, de los que resultó ganador a la mejor idea emprendedora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). "Por las noches mandaba los pedidos a mi madre, mediante emails y ella (farmacéutica) los preparaba junto a la auxiliar de la farmacia al día siguiente. Así estuve varios años hasta que acabé la carrera", recuerda Carlos, que desde que empezó ha sumado 5 personas a su equipo, facturado más de 400.000 € (el 15% de la facturación es internacional), con más de 30.000 unidades vendidas, 400 puntos de venta (entre ellos Natura) y una comunidad de más de 27.000 seguidores en redes sociales, que no deja de crecer.

Nombrado en 2021 como uno de los 45 jóvenes más influyentes de Extremadura por El Periódico Extremadura en la segunda edición de Ex+, una publicación que analiza un abanico de personas menores de 40 años cuya labor, trabajo o servicio a la sociedad se considera relevante y ejercen sobre los demás eso tan complejo de definir y tan de moda que es la influencia. Con su historia, Carlos anhela ser una inspiración para todos aquellos "jóvenes de pueblo" que quieren emprender: "Gracias a internet, hoy en día se puede emprender desde cualquier parte del mundo y por supuesto desde un pueblo de 900 habitantes", reivindica.