AstraZeneca lanza un nuevo fondo para invertir 900 millones en startups chinas

La farmacéutica de origen británico AstraZeneca mira al lejano oriente. La compañía prevé recaudar hasta 1.000 millones de dólares (902 millones de euros) para un nuevo fondo que invertirá en startups de salud chinas, lo que le convierte en el último gigante farmacéutico en apostar por el segundo mayor mercado de medicamentos del mundo.

Este fondo ha logrado atraer a inversores como Sequoia Capital, y tiene previsto captar entre 180 y 270 millones de euros este mismo año. Posteriormente, la compañía cuenta con recaudar más de 900 millones de euros en un periodo de cuatro años.

El consejero delegado del grupo farmacéutico, Pascal Soriot, ha afirmado, en declaraciones recogidas por EFE, que AstraZeneca está construyendo un nuevo centro de investigación y un laboratorio de inteligencia artificial en la ciudad de Shanghái. En el mismo sentido, también ha asegurado que todas las multinacionales que conoce tienen su punto de mira en China.

Ingresos

Hay que tener en cuenta que, en el primer trimestre de 2019, AstraZeneca obtuvo por primera vez más ingresos de China que de Europa, convirtiendo así al país asiático en su segundo mayor mercado, solo por detrás de Estados Unidos, según aseguró el propio Soriot en el comunicado.

Durante años, las farmacéuticas extranjeras tuvieron prohibida la venta de sus medicamentos más lucrativos en China, pero las nuevas medidas políticas aprobadas en el gigante asiático han permitido la entrada en el mercado local de las mayores empresas de medicamentos del mundo.

Así, el país asiático está aprobando fármacos no genéricos a ritmo récord, especialmente los vinculados a la oncología, al mismo tiempo que reduce las tasas de importación e incluye algunos medicamentos en su lista nacional de reembolsos.

No obstante, el propio Soriot ha anunciado que prevé que el crecimiento de las ventas de AstraZeneca en China se ralentice a lo largo del cuarto trimestre de este año, debido principalmente a que los hospitales del país asiático pasarán a utilizar versiones chinas de antiguos fármacos fabricados por las grandes multinacionales.