Pymes y Emprendedores

Qida: "El 75% de gente mayor quiere morir en su casa y no lo consigue"

  • "De momento ya hemos cambiado la vida a unos 500 cuidadores"
  • "A largo plazo nos vemos como líderes europeos y en Latinoamérica"

Ignacio Camuñas
Madrid,

Oriol Fuertes es el actual CEO y co-fundador de Qida. Es Licenciado en Dirección de Empresas por ESADE y MBA por LBS. Ha estado más de 10 años en McKinsey, donde ha asesorado a más de siete gobiernos sobre su estrategia sanitaria. También es profesor de finanzas corporativas en London Business School.

Qida nace en 2018 con el objetivo de transformar la atención y cuidados que reciben en casa las personas dependientes. Su otra misión es devolver el estatus social a los cuidadores que muchas veces no están suficientemente valorados. El equipo de Qida está formado en un 50% de trabajadoras sociales que acompañan a las familias y a los cuidadores/as.

¿Cómo pasa un Licenciado en Dirección de Empresas que llevaba más de 10 años en una consultora mundial como es McKinsey a convertirse en un emprendedor de éxito?

Al año de entrar en McKinsey, tuve la suerte de hacer un proyecto para un gobierno aquí en España, uno de los gobiernos regionales, sobre sanidad. Diseñé la estrategia de crónicos para esa Comunidad Autónoma. Desde el 2010 hasta el 2018 solo hice sanidad y lo hice por todo el mundo. En 2017-2018, después del MBA me di cuenta que lo que yo quería era más "impacto social directo", y el motivo por el que creé Qida fue, en primer lugar, que vi el reto de la gente crónica y dependiente que quiere estar en casa y finalizar su vida en casa y eso no está pasando. El 75% de gente mayor quiere morir en su casa y no lo consigue. Por otro lado, los sistemas sanitarios de los países desarrollados tienen el mismo problema: gastamos más de lo que podemos gastar. De media, el gasto sanitario crece al 6% y el PIB al 3%, entonces es impagable e insostenible. Esos dos factores me dijeron que debía crear un negocio que consiga que la gente tenga tiempo en casa, viviendo en casa y que a la vez ayude a hacer el sistema sanitario sostenible.

Qida nace en 2018 y en un año ha crecido notablemente. ¿Qué les diferencia del resto de empresas del sector?

Creo que hay tres grandes cosas que nos diferencian. La primera es que apostamos mucho por la calidad y vamos 100% a éxito, es decir, somos los únicos, hasta que nosotros sepamos, que realmente solo cobramos si lo hacemos bien, no cobramos por adelantado. En segundo lugar es que somos una empresa social, es decir, tenemos el sello de Impacto Social de la Fundación Ship2B y somos los primeros de España que lo tienen. No miramos solo como un negocio sino que cada tres meses nos auditan el impacto social que tenemos. Y por último nos diferencia la manera como nos acercamos al mercado, cómo entramos en contacto con familias. Trabajamos mucho con entidades públicas y privadas que recomiendan a Qida, entre ellas el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona o la Fundación contra la ELA en Cataluña u otras entidades.

Según Qida, la tasa de dependencia será de un 40,7% en 2033. En 2040 España será el país con más ancianos del mundo. ¿Cómo afectará eso al sector? ¿Y a Qida?

Pensando en la sociedad creo que es una oportunidad, sobretodo el segundo dato. Al final hay un montón de gente que se retira a los 63, 65, o 67 años que cognitiva y físicamente está muy bien y que puede tener una labor muy relevante en la economía de las curas, en cuidar, acompañar, programas de voluntariado, etc. Quedan ahí 20, 30, 40 años, y cada vez quedarán más, desde la jubilación hasta que estás en un momento claro de dependencia y eso es una oportunidad. Dicho esto, es un reto brutal para el sistema. De la forma en que lo miro y con mi trayectoria en el pasado, no veo Qida como un negocio aislado. Lo veo dentro de un sistema, el cual es un reto el hecho de que seguimos pensando en construir hospitales, en meter más recursos sanitarios, y esto de lo que va es que esta gente pueda estar en casa autónomamente. Ese cambio de chip es un reto para nosotros y para el sector.

Hablando del futuro, las tecnologías evolucionan a un ritmo muy elevado. ¿Cómo ha implantado Qida la tecnología en su labor?

Básicamente hay tres elementos muy importantes. El primero es la creación de algoritmos de "matching". Tenemos más de 35 variables que pedimos a la familia y al cuidador (35 por un lado y 35 por el otro) para hacer el "matching" más eficiente. El segundo elemento es la app, que ya tenemos acabada y vamos a lanzar en septiembre para todos los cuidadores incluyentes. Esta app permite al hijo/a o familiar referente saber cómo está su familiar a diario y por el otro lado permite acceder a productos y servicios que la familia necesita, y por lo tanto ofrecer un servicio que va mucho más allá de un cuidador. El último elemento es toda la sensórica que tenemos en el domicilio, sensores de humo, gas, agua... que ponemos de la mano de Tunstall Televida, que son el líder europeo en esto y que nos permite monitorizar al paciente, y nos ayuda a ser más proactivos en caso de caídas o cualquier problema en casa.

Recientemente usted ha sido elegido como una de las 30 personas más influyentes del mundo en temas relacionados con el impacto social. ¿Pueden usted y Qida cambiar el mundo?

Creo que sí y estoy convencido de que sí día a día. De momento ya hemos cambiado la vida a unos 500 cuidadores, que han encontrado un trabajo bien pagado, bien remunerado y que les ayudamos a formarse y por supuesto a las familias. La visión es muy amplia, muy ambiciosa y yo personalmente estoy hipercomprometido, es mi causa vital, por un lado que la gente pueda vivir y morir en casa y por el otro lado recuperar el estatus social de los cuidadores. Cambiar el mundo conlleva un día a día que de momento estamos demostrando.

Por último, ¿cómo se ve Qida a medio y largo plazo?

Nuestro criterio número uno es la calidad, estemos en Cataluña o 24 ciudades más queremos poder mantener 4,9/5 o 5/5 en calidad percibida de una parte o de la otra, esa es como nuestra línea roja. Dicho esto, a finales de año estaremos seguro en el País Vasco y en Madrid. Y más a largo plazo nos vemos como líderes europeos y en Latinoamérica, pero de momento poco a poco y consolidar el modelo aquí en España para cuando esté bien arraigado poder entender los distintos mercados, que ya entendemos bastante pero queremos hacerlo aún más, y poder salir a ellos.