Este albariño procede del viñedo Eira de Galiñanes, de la bodega Gerardo Méndez, una hectárea y media de viñas emparradas de más de 200 años de antigüedad, en la ladera sobre la que se encarama la bodega y el hogar familiar. Gerardo y Manuel Méndez, padre e hijo, permiten que entre un diez y un quince por ciento de la uva alcance la botritys noble, lo que proporciona una gran complejidad aromática y una gran untuosidad a este vino, conservando toda la tipicidad varietal de los acreditados blancos de la D. O. Rías Baixas. Su elaboración es artesanal. Después de la maceración y la fermentación, el vino reposa sobre sus lías en depósitos de acero unos 12 meses y se embotella en septiembre del año siguiente, con una producción de unas 8.000 botellas al año.