Las firmas españolas de esta naturaleza que disponen de una normativa interna no llegan al 20%barcelona. A modo de constitución, un protocolo familiar recoge los artículos y pautas que seguirá una empresa, normalmente una pyme, para funcionar en el día a día y en algunos momentos cruciales, como el de la sucesión. El protocolo familiar no debe tener más de cien artículos ni llevar escrito desde la primera generación de la empresa familiar. Simplemente se trata de un documento en el que se recogen las reglas del juego de la tríada empresa, familiares y propiedad.No todas las empresas españolas disponen de esta pauta de comportamiento aunque la mayoría reconoce la importancia de asentar las bases de la relación entre los diferentes miembros de la familia y la propiedad de la que todos hacen negocio. Según una encuesta nacional recogida por la Fundación Nexia de Empresa Familiar, el 70 por ciento de la empresas declara la necesidad de sentar las bases de la relación familia y empresa entre los actuales propietarios y los futuros pero no llega al 20 por ciento el porcentaje de las que disponen de este plan. La intención de regular por escrito las normas de la empresa, aseguran en el Instituto de la Empresa Familiar, reafirma el interés de las familias en la continuidad del negocio. Un buen protocolo debe incluir tantos parámetros como el consejo familiar decida pero no puede olvidarse de algunos epígrafes necesarios para el gobierno de la empresa: "Explicación del patrimonio y la fiscalidad, cuáles son los órganos de poder, dirección de la empresa, cómo se procederá en la sucesión y formación de las nuevas generaciones, cuál es la cultura y los valores de la compañía, entre otros", indica Guillermo Salazar, Director de Investigaciones de la Fundación. Antes de proceder a la redacción del protocolo, es mejor organizar el trabajo. La Dirección General de Política de la Pyme recomienda en estos casos constituir un comité de protocolo familiar. ¿Su función? Solventar las "posibles diferencias" en la interpretación del contenido de esta constitución. Los mismos familiares forman parte de este comité "siendo recomendable que el número de integrantes sea reducido e impar" para garantizar el dinamismo y rapidez que requiere su actuación. La recomendación es acudir a un agente externo a la compañía o bien optar por el abogado de la empresa. Sea quien sea el encargado de redactar el protocolo, el consejo familiar "debe regular el contenido y la dirección del documento", señala Guillermo Salazar. El proceso de redacción dura como mínimo un año. Sin embargo el documento "siempre estará abierto a modificaciones", cada tres o cinco años, según las generaciones que entren en la empresa y según el sector en que se mueva la misma.La familia políticaSi bien el texto final debe quedar firmado por todos y cada uno de los miembros de la familia que tengan algún tipo de participación en el negocio, en la rúbrica no quedan incluidos los parientes políticos."No es recomendable que lo firmen por el simple hecho de estar casados con... A la parte política no hay que tenerla desinformada y su implicación debe ser gracias a la información que la pareja le ofrezca", señala Salazar. El número de ramas familiares que participan de los beneficios de la empresa tampoco condiciona la redacción y firma de un protocolo. Un mayor número de núcleos familiares no significa obligatoriamente mayor complejidad aunque pueda suponer más dificultades para ponerse de acuerdo en el contenido. A pesar de las recomendaciones, son pocas las empresas familiares que encargan la redacción de un protocolo. Las que piensen iniciar este proceso, tomen nota: ayuda a poner orden en el negocio pero es mejor no ponerlo en marcha si existen tensiones fuertes.