Unir, que no fusionar, no es tan sencillo como parece, pero Omar Malpartida (Huánuco, Perú, 1988), chef y propietario de Luma, lo hace de forma soberana.El cocinero, tras gestionar locales como Barra M, Astrolabius o Tiradito y haberse puesto a prueba en fogones de Italia, México, Hong Kong, Dubái o Noruega, entre otros, se embarcó hace ahora un año en este proyecto, con la finalidad de realizar una alquimia entre su gastronomía natal –una gran desconocida incluso para los propios peruanos– con la española.Y es que hace cinco años Malpartida vino a España hipnotizado por la marca gastronómica de este país y sus estrellas Michelin. Una cocina de la que se empapó rapidamente y de la que deja constancia en Luma, pues el chef plantea una nueva forma de ver la gastronomía peruana, a la vez que hace uso de algunos productos nacionales, para muchos, desconocidos.Una de las acciones más destacadas del cocinero es su colaboración con Manos cruzadas: Perú en Luma, para conseguir los productos de Origen, uno de sus menús. Un proyecto que nace bajo la premisa de la sostenibilidad, que conecta comunidades de agricultores asentados en la costa, la sierra y la Amazonía peruana con España y Europa, con el objetivo de conocer las maravillas culinarias que ofrecen aquellos lugares aún por explorar. De esta forma, Luma se convierte en la puerta de entrada de producto fresco peruano a España.En su carta, se puede disfrutar de diferentes repertorios, con diversidad de productos de tierra y mar. Entre estos, los entrantes peruanos de Pachamama; elaboraciones con productos inéditos de su país en Orígenes; platos pensados para comer modo tapa en Bocados, y pescados típicos peruanos, Del Mar, como el ceviche, combinados con ingredientes locales. Como colofón, Rutas, su menú degustación con el que el co-mensal se sumerge en un viaje gastronómico en el que, sin moverse del sitio, descubre los rincones más olvidados del país suramericano. Así, algunas de sus estrellas a destacar son Causa, caballa, patata canaria y remolacha; Ostra Masato, con leche tigre masato, cilantro y rocoto; Tostón Amazónico, plátano macho, saltado ibéricos, sasha tomate, ají charapita y aguacate, y, sin duda, el postre: tumbo, maracuyá, chocolate blanco, coco y guayaba. Un mestizaje fresco y dulce que pone la guinda perfecta al menú.