Todo proyecto de empresa necesita de un documento que exponga las ideasmadrid. Cuando se intuye que una idea es una buena oportunidad de negocio, el siguiente paso es ponerla por escrito. Es el llamado plan de negocio, un documento que recoge toda la información del proyecto de empresa. ¿Para qué sirve? Examina la viabilidad técnica, económica y financiera de la futura empresa, y desarrolla todos los procedimientos y estrategias necesarias para convertir la idea en un proyecto concreto. En realidad, de lo que hablamos es de una reflexión previa por parte de los promotores del proyecto que les obligará a pensar sobre las posibilidades de éxito y viabilidad con una mínima coherencia. "Externamente, puede servir de carta de presentación frente a terceras personas (petición de préstamo a un banco, atraer a posibles socios, negociar dinero extra con algún socio capitalista, etcétera)", añade Alberto Salmerón, del departamento jurídico de Cámaras. Un plan de empresa puede contener tantos epígrafes como se requieran. De hecho, se pueden destacar más unos que otros, en función de la finalidad última que se le quiera dar al plan, la audiencia a la que vaya destinado o el tipo de negocio de que se trate. No obstante, es importante que recoja, en mayor o menor medida, estos apartados: introducción y cualificación del emprendedor; descripción del producto o servicio; análisis del mercado; estrategia de comercialización; infraestructura, producción y logística; organización y recursos humanos; valoración y análisis económico, y fortalezas y debilidades del proyecto (DAFO).Producto y credencialesLa primera parte del plan de empresa sirve para poner en antecedentes. Además de contar la idea de negocio y quiénes están involucrados en la misma (con las respectivas credenciales de los emprendedores) hay que describir el negocio en sí (producto o servicio).A continuación, debe analizarse el mercado al que va dirigido el proyecto, qué competencia existe y qué aspectos novedosos se pretenden introducir en ese entorno hostil. Si el plan de empresa va dirigido a una posible fuente de financiación (ya sea entidad bancaria o socio capitalista), es útil incluir un somero análisis de qué perspectivas de futuro se considera que tiene el proyecto, a corto y largo plazo. Un segundo gran apartado lo constituye la estrategia comercial que se va a seguir. Tiene que existir algo que distinga el proyecto de su competencia y es imprescindible definir qué es y cómo se va a dar a conocer. El producto puede ser más atractivo por precio, por atención al cliente, por publicidad...A continuación, es el momento de recapacitar sobre qué medios físicos y humanos se cuenta para poner todo esto en pie. Con qué instalaciones se cuenta, qué bienes de equipo se necesitan para poner en marcha la producción y qué recursos humanos se tienen que contratar. También hay que detallar el apartado logístico, que incluye cómo realizar el aprovisionamiento de los bienes o materia prima.La parte final no es la menos importante. Por una parte, qué obligaciones fiscales tiene la nueva empresa derivadas de la forma jurídica con la que nace y, por otra, qué estudio económico lo sostiene. Es decir, la rentabilidad economica (si genera los recursos necesarios) y la financiera (si la plusvalía que genera la inversión compensa).