MADRID. España será el país con más ancianos de la Unión Europea en 2050, fecha en la que el 35,6% de los españoles tendrá más de 65 años. El dato puede resultar preocupante: en 2000, la proporción de población activa de más de 50 años era del 20,1%; en 2020 será del 28,7%. Entonces, España será el país de la UE con menos personas en edad laboral. Lo dice el informe Population Progresions de Eurostat y de Envejecimiento y Políticas de Empleo de la OCDE. Ambos informes reflejan que las empresas tendrán dificultades para renovar sus plantillas y que deberán profundizar en políticas de apoyo a la familia como el horario flexible o la reducción de los viajes de trabajo.Aunque aún parezca lejano, este envejecimiento de las plantillas puede causar a la larga graves trastornos a las empresas. "Buena parte del conocimiento que poseen las empresas reside en las personas, y éstas envejecen. Cuando la gente de talento se jubile, las empresas sufrirán una gran pérdida de competitividad", destaca el socio responsable de soluciones de capital humano en IBM, José de Ramón, responsable de este estudio.Baja natalidadAdemás, en 2025, España será el país europeo con menos niños después de Italia: apenas el 12,8% de la población tendrá entre 0 y 14 años.El descenso de la tasa de natalidad va a producir una lógica merma en la cantidad de profesionales cualificados, y las empresas tendrán que afrontar varios retos como consecuencia de este hecho.El primero de ellos, según sostiene De Ramón, es la necesidad de "desarrollar el talento". Por el momento, los departamentos de recursos humanos son conscientes de que a veces dejan escapar el talento, pero también reconocen que "les cuesta identificarlo y saber qué deben primar". Las compañías deben invertir en formación y dar oportunidades de crecimiento a los mejores para evitar que se marchen. "Todos los analistas "aseguran que los empleados se alejan de los malos gestores. Si no ofreces un desarrollo profesional puedes perder el capital intelectual y no ser capaz de reemplazarlo". En este sentido, el informe destaca que la conciliación de la vida profesional y familiar es ya la primera demanda de los profesionales en España, por encima del salario o del desarrollo de carrera.