El plazo de enmiendas al proyecto se alarga por tercera vez una semana másMadrid. Por tercera vez consecutiva, la mesa del Congreso ha retrasado "una semana más" el plazo de enmiendas de la ley de sociedades profesionales. Al margen del atasco legislativo "normal" que está suponiendo la actividad en torno al Estatuto catalán, fuentes parlamentarias consideran que el proyecto de ley llegó a la Cámaras "demasiado verde" y se está encontrando en la fase de enmiendas con las propuestas que el Gobierno escuchó en la fase de audiencia pública ya que se aprobó directamente el texto como proyecto de ley . El nuevo plazo alcanza hasta el próximo martes 25, aunque "es posible que vuelva a retrasarse", señala Gonzalo Múzquiz, secretario general de la Unión Profesional (UP) que no duda de que la ley estará lista antes de fin de año, que es el límite anunciado por el Gobierno. "Todos los grupos están muy interesados por lo que no debería haber problemas adicionales", añade. Para Múzquiz, el retraso "entra dentro de lo normal".Lo cierto es que la propia Unión Profesional ha remitido al Congreso un documento extenso y bastante técnico en el que plantea numerosas enmiendas de fondo al proyecto. Sobre todo en lo que se refiere a las incompatibilidades de los socios profesionales y a la regulación de las sociedades multidisciplinares. UP es partidaria de que sean los colegios y no el Gobierno los que regulen las incompatibilidades profesionales. Y de endurecer algunas (como la relación entre auditores y abogados) o revisar otras que han quedado obsoletas, como la incompatibilidad entre el abogado y el procurador o entre el óptico y el oftalmólogo.IncompatibilidadesPero lo que más preocupa a la UP es que el proyecto actual, tal y como está redactado, no impediría la actuación de profesionales inhabilitados (como el abogado Emilio Rodríguez Menéndez) a través de las nuevas sociedades profesionales. La UP ha pedido que cuando un socio sea inhabilitado para ejercer se inhabilite también a la sociedad, hasta que el socio sea apartado. Tampoco está clara la limitación de acceso a la información confidencial de los socios capitalistas no profesionales (que no están sujetos a la deontología y al control del colegio profesional).