Las consultoras ven las mayores 'fugas' en directivos a partir de 30 años con un alto nivel de estrésmadrid. Hasta hace poco tiempo se emitía por televisión el anuncio de un conocido refresco pidiendo un aplauso "para todos aquellos que se atreven en la vida". Francisco, Carmen y Jorge ya lo hicieron hace algunos años: renunciaron a sus puestos de trabajo en importantes multinacionales y dieron un paso al frente. Cambiaron de vida, abandonaron una senda llena de estrés y ansiedad para convertirse en sus propios jefes y hacer lo que de verdad les gustaba y apetecía.Un informe de la consultora Bethencourt, dedicada a mejorar el rendimiento de directivos, afirma que entrar en la década de los 30 años es el primer paso para plantear un cambio radical en la trayectoria profesional.¿Por qué surgen estas crisis profesionales? Pino Bethencourt, miembro de la Federación Internacional de Coaching, apunta que los motivos pueden ser desde un divorcio, un cambio de jefe o una promoción profesional esperada pero no conseguida. "La mayoría de las transiciones de carreras tardan unos dos o tres años en realizarse al cien por cien", señala Bethencourt.Herminia Ibarra es la autora de Estrategias poco convencionales para hacer un cambio radical de la carrera' uno de los pocos libros dedicados en exclusiva a estos giros en las hojas de ruta profesionales. En este texto aconseja "combinar la reflexión con la gestión de los contactos". "La clave está en definir una o dos direcciones y lanzarse a la calle a investigar", afirma el libro. Marta Ponsa, de Adeqa-TMI, explica que es bastante improbable encontrar algún estudio específico sobre los sectores que más fugas de empleados tienen, sobre todo porque es un fenómeno relativamente reciente y que ha coincidido con una mayor necesidad de conciliar vida personal y profesional. No obstante, apunta que los perfiles más proclives son altos cargos de responsabilidad asociados a profesiones con estrés y con una presión muy fuerte para obtener resultados. Expertos de consultoría y responsables de Marketing y de Recursos Humanos de grandes empresas "son los que más suelen tirar la toalla", dice Ponsa.De Volvo a la Sierra de GredosEn la base de la Sierra de Gredos se encuentra desde hace 12 años un pequeño hotel para el cual hay que reservar con semanas de antelación. Se llama El Milano Real, y está regentado por el matrimonio formado por Francisco Sánchez y Teresa Dorn, antes altos ejecutivos de compañías internacionales: él, director de Marketing de Volvo España. Ella, responsable en Europa de la consultoría de Recursos Humanos Burson Masteller, con sede en Londres. Lo dejaron todo para mejorar su nivel de vida, y de paso dedicarse a sus aficiones: la gastronomía, el campo y la jardinería.Hace año y medio que Carmen González dejó de ser la directora de Marketing del bufete Legalia para montar con su marido, ingeniero de profesión, la microempresa (tres empleados) Sukota, que fabrica máquinas especializadas en cortar diferentes materiales, como madera, aluminio o plástico. Los motivos de su punto y aparte profesional fueron una nueva percepción en la escala de valores y preferencias. "Se renuncia a una seguridad pero a cambio no hay ataduras de ningún tipo. Es una cuestión de actitud mental --explica Carmen con pasmosa sencillez--. Ahora se disfruta más de los logros".Jorge Lobo ocupaba un alto cargo en Heineken España. Hace un año descubrió un nicho de mercado centrado en la búsqueda de locales para alquilar después a otras empresas. No se arrepiente aunque reconoce que se encontraba "muy a gusto" con su anterior responsabilidad.Francisco, Carmen y Jorge también son emprendedores. Su senda la siguieron el año pasado 374.094 nuevas empresas. Seguro que muchas de ellas tienen una historia de valentía a sus espaldas.