Como explica Romero -orgulloso-, la contraportada de su nuevo libro, Carisma y empatía, es lo más importante. En ésta aparecen, junto a su nombre, Miriam Romero y Esther Romero, dos de sus hijas y coautoras de la obra. El director y presentador del programa Emprende, de RTVE, es el periodista más premiado de este siglo en la televisión. Su dilatada experiencia en el sector de la comunicación y las aportaciones de Miriam y Esther convierten el libro en el "manual perfecto para aprender a ser una persona carismática" y, sobre todo, "cómo dejar de ser una persona corriente para convertirte en una personalidad a la que todos admiran",adelanta el presentador. ¿Qué es para usted el emprendimiento? Creo que hay tres formas de emprender: tener una idea y ponerla en marcha, ver una idea y copiarla o las franquicias. Dentro de esto también hay que distinguir al autónomo, al emprendedor y al empresario. El emprendimiento, en definitiva, es echarle ganas a la vida. Puedes montar tu propio negocio o ser un intraemprendedor, como el ejemplo de Telefónica, que cuenta con millones de intraemprendedores que han montado un nuevo negocio dentro de la estructura de la empresa. Con esta opción, tienes paraguas y no te juegas tu propio dinero -algo que es muy importante- y el soporte de una empresa tan grande. ¿Estamos en un buen momento para emprender? Siempre ha sido favorable, siempre y cuando el Gobierno no ponga piedras en el carro. Además, tú tienes que lanzarte, tener una buena idea y hacerlo con sensatez. Hay que emprender con sentido común, tener una idea está muy bien pero hay que saber quién paga por ella. Actualmente ha cambiado la situación. Hace cinco años parecía que todo el mundo tenía la obligación de emprender, pero si todo el mundo lo hace, ¿quién va a dar clases a nuestros hijos?, por ejemplo. Además, no todo el mundo vale para ello. La tarifa plana que tienen los emprendedores actualmente ha ayudado mucho, pero también se han lanzado otras medidas que no son nada favorables, es decir, en este sentido, que tampoco crean que han hecho una maravilla. Respecto a 'Carisma y empatía', ¿cómo surge la idea de escribir el libro entre los tres? Las principales aportaciones las he hecho a lo largo de mi experiencia profesional. Yo escribía un boceto de texto, después se lo pasaba a Miriam y ella lo ampliaba con sus ideas, luego se lo pasábamos a Esther y aportaba su experiencia continuando nuestros textos. ¿De qué trata la obra? El libro trata de saber comunicar. Como pone en la portada: no es lo que cuentas sino cómo lo cuentas. Esto significa que si tienes una idea excelente y no sabes transmitirla, es como si no la tuvieras. Hoy hay que saber trasmitir a través de la comunicación verbal, no verbal y la paraverbal, igual que se hacía hace 500 años. La paraverbal es cómo utilizamos la voz, los silencios, cómo entonamos... ¿Qué puede aprender el lector de este libro? Se trata de dar una serie de pautas para que la gente sepa cómo comportarse para tener éxito. Para dejar de ser persona y convertirse en personalidad, que es algo que todos podemos hacer. Cuando eres una persona, eres alguien normal. Cuando eres una personalidad todo el mundo está detrás de ti, quiere estar contigo, te admira, te apoya, etc. Significa que tu puedes ser una personalidad en un momento dado o durante mucho tiempo para un grupo de gente, pero no puedes ser una personalidad siempre para todo el mundo. Hay que ver en el nicho de mercado donde te mueves. La comunicación es siempre la mitad. Si caes bien, te va a ir fenomenal, sino, lo tienes difícil. Lo principal cuando conoces a alguien es la primera impresión, porque esto después va a ser muy difícil de cambiar. El ser humano odia equivocarse y aún más rectificar, por lo que es muy complicado cambiar de opinión. Por esto hay que cuidar mucho esta primera impresión, es esencial para desarrollar la próxima relación que tengas con la persona: personal, laboral, de amistad... En el libro sitúan la humildad como un punto clave... La humildad es fundamental, a los ególatras no los quiere nadie y a la gente humilde la quiere todo el mundo. Nos basamos en la humildad y la empatía porque es fundamental para el ser humano. Nadie quiere tratar con gente que no es humilde porque van de listos y te dan el palo por la espalda en cuanto puedan. El carisma tiene varias patas: la escucha activa, el poder y, por último, la humanidad o empatía, y todo esto debe estar rodeado de sentido común. No hay que confundir el carisma con ser buena persona. Hay gente carismática muy buena como el Papa, Dalai Lama, pero también los hay que no, como Stalin, Hitler... ¿Qué parte destacarían? El último capítulo es mi experiencia personal en la vida. Desde que era pequeñito, no tenía nada de carisma y nadie quería jugar conmigo. Esto se aprende, en el libro se explica bien. Un día aprendes a sonreír, otro a no cortar a la gente cuando está hablando, otro a dar las gracias, otro día pides un favor pequeñito y luego transmites tu agradecimiento, otro día aprendes a saludar para crear buenas sensaciones... Todo eso se va aprendiendo poco a poco. Lo que puedo garantizar con el libro es que, en dos meses, cualquier persona que lo lea y después lo ponga en práctica, podrá convertirse en alguien carismático.