La mitad de ellas va a destinar más recursos económicos a esta tarea que en 2016 Encontrar la ecuación perfecta en el mundo digital no resulta una tarea fácil para las empresas españolas. Sin embargo, según apuntan los expertos en digitalización, no les queda otra opción que sumarse a este proceso si quieren ser competitivas. Así, en un mundo donde la tecnología se ha democratizado y cualquiera puede acceder a ella, resulta fundamental no cesar de apostar por las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). De hecho, la inversión en TIC constituye a día de hoy una relevante magnitud para comparar el grado de digitalización de las empresas. En este sentido, solamente el 35 por ciento de las compañías españolas prevé invertir en estas tecnologías durante el presente ejercicio, mientras que casi el 55 por ciento de organizaciones no tiene previsto hacerlo, según el Observatorio de Competitividad Empresarial, elaborado por la Cámara de Comercio de España. No obstante, de las entidades que sí se plantean apostar por la digitalización, casi seis de cada diez van a invertir más este año que en 2016. El destino de esos recursos será, principalmente, adquirir equipamiento informático (en el 74,1 por ciento de los casos), seguido de seguridad y privacidad digital (71,1 por ciento) -probablemente como consecuencia del incremento de los ciberataques-, y, por último, uso de Internet (65,5 por ciento). Por su parte, en lo relativo al nivel de digitalización del tejido empresarial español, las compañías se muestran positivas en términos generales. Así, el 35 por ciento de ellas considera que su nivel de digitalización es alto, y más de la mitad, en concreto el 53,3 por ciento, cree que está en un nivel medio. En el otro extremo, solamente un 9 por ciento de las organizaciones percibe este nivel bajo. Al hilo de lo anterior, las empresas españolas se encuentran en un nivel de digitalización similar al de las compañías europeas. Prueba de ello es que el indicador que refleja este nivel (entre 0 y 1) se sitúa en España ligeramente por encima del de la media de la Unión Europea, 0,55 y 0,53, respectivamente. En concreto, en el caso español, las Comunidades Autónomas de Madrid y Cataluña son las más avanzadas en el proceso de digitalización del tejido productivo español, con índices incluso superiores a los de la media europea. Consecuencias efectivas Las organizaciones del país son conscientes de los efectos positivos que supone sumarse a la transformación digital. De hecho, sobre todo, consideran que influye sobre su imagen de marca y reputación, seguido del efecto directo sobre las relaciones, ya sea con sus clientes, proveedores u otras organizaciones. Por contrapartida, las empresas creen que la digitalización tiene un impacto menor en lo relativo a creación de empleo, internacionalización o crecimiento del tamaño de la propia compañía. Por último, en cuanto a los principales obstáculos que las empresas perciben acerca de la digitalización sobresale la falta de conocimientos digitales por parte de los clientes -hasta un 46,7 por ciento de entidades lo señala-, la escasez de recursos para la inversión en TIC (46,7 por ciento) y, por último, el desarrollo incompleto de la Administración electrónica (39,6 por ciento).