Nuestro país pierde financiación internacional privada para desarrollar innovación¿Los países ricos invierten en ciencia? o ¿Los países que invierten en ciencia son ricos? Con esta reflexión inauguró ayer Jaume Giró, director general de la Fundación Bancaria laCaixa, el tercer dosier del Observatorio Social de entidad, que bajo el nombre Investigación e innovación: ¿qué nos jugamos? analiza el estado actual de esta materia en España, cuestión que no sale demasiado bien parada. Uno de estos aspectos negativos viene de la mano de la situación actual que ocupa España en cuanto a inversión internacional en I+D por parte de las multinacionales. Tanto es así, que nuestro país ha visto como esta cifra cae, mientras que las economías emergentes "se posicionan como un polo de atracción", según explicó Paloma Miravitlles, profesora de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona y una de las autoras del estudio. De hecho, en palabras de Miravitlles, "en 2016, el 41 por ciento de la inversión extranjera directa fue a parar a economías en desarrollo". Esta situación internacional coloca a España en una posición intermedia más vulnerable entre estos países y los líderes en innovación como Japón, EEUU o Alemania. Entre los criterios que motivan las decisiones de localización de la I+D en las empresas, Miravitlles citó la oferta tecnológica y la demanda del mercado local; y la estabilidad institucional. Muy por debajo de la UE Al igual que en el caso internacional, la inversión interna no muestra signos mejores. Tanto es así que las empresas de nuestro país invierten en I+D unos 6.000 millones de euros, la mitad que la media europea, que se sitúa en 11.500 millones. Asimismo, a día de hoy, el peso de las empresas como financiadoras de la investigación alcanza el 46 por ciento, cuando los compromisos de la Unión Europea, asumidos por el Gobierno, indican que esta cifra debería llegar al 66 por ciento. Del mismo modo, España ha sido uno de los países de la UE que más ha reducido los presupuestos públicos en I+D durante la crisis. Con todo ello, la inversión española del PIB en I+D se cifra en un 1,22 por ciento, muy por debajo del 2 por ciento de la media de la UE. Cómo avanzar Un sistema fiscal eficiente, junto a un mayor esfuerzo público y unas empresas con incentivos alineados, son algunas de las recomendaciones para mejorar la situación. A los anteriores aspectos se unen otros como un mayor reconocimiento del talento de los investigadores. En este sentido, se han convocado los I Premios Observatorio Social de laCaixa, que premiarán con 10.000 euros a cuatro artículos de divulgación en ciencias sociales.