A pesar del aumento del intraemprendimiento, nuestro país se sitúa a la cola del resto de Estados de la Unión EuropeaEmprender en un nuevo proyecto pero con el apoyo logístico y financiero de una empresa consolidada. Se trata del intraemprendimiento, una nueva tendencia que en el último año se ha duplicado con respecto a 2015. Así, la tasa de actividad emprendedora del empleado (EEA) en nuestro país alcanzó en 2016 un 2,7 por ciento frente al 1,1 por ciento del año anterior, según los datos recogidos por el Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) España 2016. No obstante, como argumenta Isidro de Pablo, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los autores del GEM 2016, a pesar de "la mayor sensibilidad del tejido productivo a la innovación, el fomento de nuevas iniciativas y el aumento de los recursos disponibles", España se encuentra a la cola del resto de países de la Unión Europea y de economías basadas en la innovación cuyos niveles medios son del 5 por ciento y del 5,1 por ciento, respectivamente. Esto se explica, principalmente por el menor tamaño medio de las empresas españolas, lo que supone una limitación de los recursos de los que disponen para invertir en innovación, añade el docente. Por qué a la cola En línea con lo anterior, uno de los principales motivos que explican esta situación es la estructura empresarial del país, constituida en un 99,88 por ciento por pymes que "disponen de menos recursos para innovar", explica Mónica Martínez, vicepresidenta de la organización de networking US-Spain Executives Community (Usec). Por lo tanto, son las grandes empresas, en concreto un 86 por ciento, las que impulsan el intraemprendimiento en sus organizaciones, según el Informe sobre Emprendimiento Corporativo en España: Gacelas y Elefantes bailan sin pisarse, del Centro Internacional Santander Emprendimiento (Cise) del Banco Santander. Los datos hablan por sí mismos: solo un 9 por ciento de compañías permite que sus trabajadores se dediquen por completo a estos proyectos con planes concretos de financiación y un 26 por ciento ofrece una excedencia completa para desarrollarlos. También existen barreras de estrategia, ya que no suelen definirse los objetivos, las responsabilidades dentro de los equipos o las personas al cargo. Por último, Joan Riera, profesor de emprendimiento e innovación en el Departamento de Dirección General y Estrategia de Esade y la vicepresidenta de Usec, coinciden en la existencia de una persistente aversión al riesgo de los trabajadores y de quienes se encuentran en puestos de decisión. Cómo mejorar Este miedo a emprender se explica porque "España es un país de gestores que empieza a despertar al emprendimiento", explica Martínez, quien añade que los perfiles intraemprendedores comenzarán a estar más demandados y exigirán medidas como la flexibilización horaria o la no penalización del trabajo. "El error bienintencionado está mal visto en España", amplía Riera, por lo que se necesita "un cambio en la cultura empresarial" que empieza por contar con "el apoyo de la alta dirección y de herramientas metodológicas que potencien su flexibilidad y rapidez". Casos de éxito en España El intraemprendimiento español lo protagonizan equipos pequeños y multidisciplinares caracterizados por "su alto rendimiento, ilusión y pasión" en ámbitos de tendencia y alto potencial, según analiza Riera. En este sentido, empresas como Google fomentan esta forma de trabajo que ha dado sus frutos con proyectos como el Cultural Institute, iniciativa nacida en España y exportada al resto del mundo que digitaliza y geolocaliza obras de arte. Street View o Google News son también resultado del intraemprendimiento al que los empleados de la multinacional pueden dedicar hasta el 20 por ciento de sus horas de trabajo y que se premia ofreciendo los recursos necesarios para desarrollar y exportar el proyecto. Así, se facilita a la plantilla que "evolucione, arriesgue y siga disfrutando de lo que hace", explican desde Google. Otra de las empresas que cuentan con este tipo de proyectos es la consultora tecnológica Indra debido a que, como valoran desde la compañía, les permite "captar y generar ideas innovadoras y fortalecer el liderazgo tecnológico". Telefónica fue una de las primeras empresas en desarrollar en el año 2012 proyectos participativos como In_prendedores, en cuya última convocatoria han participado más de 33.000 empleados de todo el mundo. Para David del Val, director de Producto de Innovación y consejero delegado de Telefónica I+D, "este tipo de iniciativas no solo sirven para contribuir a detectar oportunidades de productos y servicios para la compañía sino que aumentan los niveles de compromiso de los trabajadores y su motivación".