La iniciativa de Indra fomenta entre sus profesionales crear nuevos negociosEl sector empresarial está en ebullición. La innovación y la capacidad de adaptarse a los cambios y reinventarse es una exigencia cada vez mayor para todo tipo de compañías, en especial para las del sector tecnológico, que deben liderar el proceso de cambio vertiginoso que vivimos, impulsado en gran parte por la transformación digital. Muchas son las iniciativas impulsadas por distintas compañías, y como ejemplo cabe destacar el programa denominado geneSYS que impulsa la tecnológica Indra. Dicho programa se creó con el objetivo de fomentar el espíritu emprendedor mediante el desarrollo de nuevas ideas de negocio, así como el ensayo de nuevas formas de trabajo. "Más allá de ofrecer un proceso de intraemprendimiento o incubación, lo que pretendemos es cambiar el chip a los profesionales. Aunque es cierto que muchos proyectos son aprovechables, lo que buscamos es sacarles de su dinámica de proyectos, de su hoja de ruta, y llevarles hacia algo totalmente diferente, disruptivo", explica el director de Tecnologías Digitales de Minsait -la unidad de transformación digital de Indra- e impulsor de geneSYS, Juan Francisco Gago. Es por eso que este programa -una clara apuesta de Indra por la innovación abierta y por llevar a su máximo potencial el talento de sus profesionales- se centra en la que podría considerarse la primera etapa del intraemprendimiento, el origen en el cual se abona el terreno de la mentalidad abierta y fresca en la que surgen las mejores ideas de negocio. Los participantes Como explican desde Indra, esta aventura comenzó en 2012, y este año, en el que se ha alcanzado su quinta edición, ha habido mayor madurez y detalle técnico en las propuestas. "Estamos gratamente sorprendidos de la evolución que año tras año muestran los participantes", apunta Gago. Y es que ya son más de 450 profesionales de todas las áreas de la compañía en España los que han pasado por este programa. Un desafío en el que se mezcla la formación en comunicación, design thinking, modelos de negocio, viabilidad económica o prototipado, con pruebas como hacerse un selfie con un alto directivo, duelos entre equipos, rondas eliminatorias o una ronda final con supuestos inversores. En esta última prueba, los equipos -con una idea de base tecnológica ya madurada y después de siete meses de trabajo-, deben defender su proyecto ante un jurado formado por directivos de las diferentes áreas de Indra, que representan la figura de los inversores que podrían ayudarles a desarrollar sus propuestas. De esta manera, como afirman desde Indra, geneSYS se ha convertido en una herramienta al servicio de la motivación, la creatividad, el aprendizaje y el trabajo en equipo. Más allá de buscar al emprendedor que los profesionales llevan dentro, se revela como una "corriente de aire fresco". Cristina Conde, trabajadora del área de Transportes de Indra y participante en esta última edición de geneSYS, afirma que "aunque ha habido momentos estresantes, al final ha merecido mucho la pena. Con mi equipo he hecho piña y personalmente me he dado cuenta de que soy capaz de muchas más cosas de las que creía, que todo es lanzarse y ponerse a prueba". Esta idea también sobresale en las declaraciones de Gago, que afirma que esta iniciativa da a los profesionales "que quieren complicarse la vida" la oportunidad de "demostrar que pueden ofrecer mucho más de lo que en ocasiones les permite su día a día en una empresa tan grande como Indra". De hecho, la iniciativa ha permitido impulsar la carrera de los profesionales participantes, o incluso su reubicación hacia áreas de mayor valor de la compañía. Entre los miembros del equipo ganador de este año se encuentra el ingeniero sénior en Seguridad de fronteras Miguel Álvaro, quien ha querido destacar las relaciones profesionales y personales que se crean en iniciativas de este tipo. "Hemos sido un equipo muy heterogéneo. Eso nos ha servido para definir muy bien los roles de cada uno, contando con un especialista en cada área, pero aportando entre todos", explica Ávaro. "En un mundo de ingenieros, tener un profesional de marketing nos ha hecho marcar la diferencia", añade. Explicar tu idea a un niño Como novedad, este año los participantes geneSYS se han enfrentado a una ronda con inversores sorpresa: una docena de niños de entre ocho y 14 años de edad, que tenían que evaluar sus propuestas. Una de las participantes de la iniciativa, Ayla Ruiz, consultora junior en el área de Internet Of Things, cuenta que "cuando llegué a la sala y vi que en la mesa había tazas de leche con cacao y no de café, no me lo podía creer. Nuestra idea de negocio es compleja y dentro de un sector poco conocido como es el logístico. No sé si se enteraron de algo, nos faltó capacidad de reacción". "Las preguntas que nos plantearon los inversores kids fueron posiblemente las más complicadas y espinosas con las que nos hemos encontrado a lo largo de toda esta experiencia", reconoce la consultora sénior en el mercado de Outsourcing Mónica Heredia. "Fue, sin duda, uno de los grandes retos. Nos hicieron tambalear e incluso improvisar cosas que no nos habíamos ni siquiera planteado". Por su parte, Juan Ramón Peña, jefe de proyecto en movilidad, destaca el ejercicio de simplificación y aterrizaje de las ideas a la que les obligó esta experiencia "muy divertida y valiosa". Este trabajador firma que la presencia de los niños "nos permitió darnos cuenta de que las situaciones son cambiantes y de que no es la realidad la que se va adaptar a ti, sino que tienes que debes de hacerlo tú".