Se crearán 270.000 registros en 2017, con un fuerte tirón de la pequeña empresaLas pequeñas y medianas empresas españolas han generado durante el primer trimestre de este año casi 28.000 empleos, alcanzado los 338.617 puestos de trabajo frente a los 310.662 registrados a cierre de 2016. Unas cifras positivas que a finales de este año podrían alcanzar un aumento de contrataciones de 270.000 registros, hasta llegar a las 540.000 para 2018. Así se extrae de la tercera edición del Boletín Trimestral de Empleo en las Pymes, correspondiente al primer trimestre de 2017 y elaborado por Randstad Research en colaboración con la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), que fue presentado ayer por el director de Randstad Research, Valentín Bote; y el director de Economía e Innovación de Cepyme, Carlos Ruiz. En el caso de las pequeñas empresas (10 a 49 trabajadores) se prevé que el crecimiento sea del 3,5 por ciento para este año. Por su parte, las medianas (50 a 249 trabajadores) verían incrementada su afiliación en un 3,2 por ciento, mientras que las microempresas lo harían en un 3 por ciento. Las previsiones se han revisado al alza con respecto a las correspondientes de finales de 2016, debido a una mejora de las perspectivas de la actividad y la ocupación durante el primer semestre del año. En cuanto a las cifras registradas a día de hoy, las pequeñas compañías han sido las responsables de la mayor contribución al empleo, con una variación de 13.454 puestos de trabajo. Por su parte, las micropymes se posicionan como las encargadas de mantener el dinamismo del mercado laboral, mientras que las medianas han mostrado el peor registro en el primer trimestre, aunque ha sido mejor de lo esperado. Por sectores de actividad, los servicios de comidas y bebidas son las industrias que más han visto incrementar su contratación en micropymes y pequeñas empresas, junto a la construcción. Y es que según apuntó Ruiz, "no se explica una reactivación positiva sin un sector de la construcción que recupere sus tasas, aunque no sean tan buenas como 2008". De hecho, tal y como reconocieron tanto Bote como Ruíz, estas cifras se encuentran todavía muy por detrás de los niveles precrisis. En el caso de las organizaciones de tamaño medio, es el comercio al por mayor e intermediarios -a excepción de los vehículos de motor y motocicletas-, junto a la educación, las categorías que más han tirado del empleo. Por otro lado, uno de los principales problemas que presenta el mercado laboral de cara al futuro es la diferenciación que se observa entre las cualificaciones de los empleados en paro y las necesidades que tienen las empresas para sus vacantes. Circunstancia que se da también en las actividades de menor valor añadido. Este hándicap se amplía todavía más en los desempleados de larga duración, en los que "su capital humano se va degenerando", tal y como apuntó Bote. Unos datos que evidencian la imperante necesidad de formar a personal cualificado. Pese a todo ello, la evolución de las perspectivas de empleo para 2017 y 2018 se presenta positiva, especialmente cuando se observa que "la afiliación está creciendo a un ritmo superior al del Producto Interior Bruto (PIB)", según recalcó Bote. Trabajo asalariado El tipo de empleo que se está creando es de carácter asalariado. De hecho, en palabras de Bote, "el crecimiento de autónomos está siendo mucho más débil que el resto". Asimismo, Bote explicó que el sector público lidera la subida de contrataciones, las cuales, a su vez, se están dando especialmente a tiempo completo -nueve de cada diez según la Encuesta de Población Activa (EPA)-. Por otro lado, se observa un mayor peso de la contratación indefinida, que crece de forma más fuerte que la temporal, pese a que esta última también lo hace.