Siguen los mismos trámites que una tradicional pero venden más en menos tiempoBARCELONA. Las vacaciones son el parón que aprovecha la mayoría de ciudadanos para viajar, y cada vez más las agencias de viajes tradicionales y las virtuales compiten por atraer a viajeros con destino a cualquier lugar del mundo. Batalla que, por cierto, parecen ganar estos últimos. A pesar de la fuerte inversión que requiere un negocio de este tipo, acaban siendo rentables en menos de tres años gracias, entre otros motivos, al impacto de los paquetes turísticos y los vuelos de compañías de bajo coste.Tanto las agencias tradicionales como las virtuales comparten los procedimientos legales para ponerlas en marcha. Son estos pasos los que requieren mayor desembolso. El Seguro de Responsabilidad Civil es obligatorio para ambas modalidades de negocio. En total, el valor de este seguro asciende a 850.000 euros, dividido en tres bloques de 283.300 euros, uno para la responsabilidad civil subsidiaria, otro para la explotación y un tercero para daños patrimoniales. Desde la Asociación Empresarial de Agencias de Viaje Españolas (Aedave) aseguran que es un "coste a largo plazo" al poder pagarse a plazos que parten de los 130 euros anuales.Además del Seguro de Responsabilidad Civil, la Administración Turística exige la presentación de un aval que varía según el tipo de agencia que decida emprender. Si quiere ser minorista y dirigirse al consumidor final el aval es de 60.000 euros; si prefiere ser mayorista y vender los destinos a las agencias de viaje será de 120.000, y si prefiere el negocio mayorista-minorista, el aval asciende hasta los 180.000 euros. Cuando consiga reunir estas cantidades, previo paso por bancos y cajas de todo tipo, apunte los siguientes trámites que deberá presentar ante la autoridad correspondiente, normalmente el departamento de turismo del gobierno autonómico. Certificación de la Oficina de Patentes y Marcas, copia del alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) en el plazo de un mes, acreditación de la persona jurídica del solicitante y, en el plazo de dos años como máximo, el nombre comercial del negocio o, en caso de no haberlo obtenido, un certificado del estado de los expedientes. Conseguida la licencia de apertura del negocio, los gastos de local (calcule no menos de 90.000 euros si es de compra) y equipamiento del mismo (a partir de 3.000 euros) hacen que la cifra final para poner en marcha su propia agencia de viajes ronde los 600.000 euros. Desde Aedave se apunta que la mejor opción para rentabilizar el negocio en un plazo medio de 3 años, "que es lo normal", la combinación de venta presencial y venta on line es una buena opción. Sin embargo, cada vez proliferan más las empresas surgidas al calor del puntocom. "Tratamos de capitalizar el proceso de venta para minimizar la intervención de las personas", subraya Joaquín Gutiérrez, director comercial de Rumbo.com. Su margen de beneficio es muy limitado, en 2005 sus ganancias fueron de 3,2 millones, pero tras dos años en funcionamiento empezaron a recuperar la inversión. Gutiérrez explica que los costes de personal son los más importantes para las agencias de viaje y que minimizarlos al máximo es una de las claves de la buena marcha de estos negocios. El local en el que instale la central de la agencia virtual no podrá compartir espacio con ningún otro negocio. Así lo exige la regulación de las Agencias de Viajes que marca también una inspección previa a la apertura del local por parte del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. La capacidad de venta es otra de las ventajas del negocio. Rumbo.com vende una media de 4.500 vuelos al día e invirtió en publicidad unos 5 millones de euros en 2005. Pero estas ventajas no quitan que la opción virtual de este negocio tenga unos fuertes gastos mensuales. Mantener los equipos centrales cuesta unos 6.000 euros al mes.