Tres preguntas para una gestión económica inteligente es el libro que firma Argelia García, licenciada en Derecho, profesora de máster, así como profesional de auditoría, reporting, controlling y dirección financiera. Su pasión por el mundo empresarial le lleva a intentar ayudar a las compañías a que comprendan que el primer paso para tomar una decisión correcta es disponer de información económica fiable, completa y a tiempo. ¿Cómo surgió la idea de escribir este libro? Cuando pasas del mundo de la multinacional a la pyme se produce un choque cultural. El pequeño empresario es entusiasta, experto en su negocio y capaz de los esfuerzos más increíbles, pero los conceptos de organización financiera no le son familiares. Eso hizo que me viese obligada a explicar muy bien todas mis afirmaciones. Ese esfuerzo me llevó a recoger los materiales base de este libro, después, entré en contacto con Libros de Cabecera y les comenté el tema, que les encantó. ¿Qué puede aportar una pyme a la sociedad frente a una 'grande'? Si las empresas crecen hasta alcanzar un tamaño medio, se crea una organización altamente productiva, con suficiente músculo para resistir adversidades, flexible para adaptarse al mercado y probablemente muy agradable para trabajar en ella. Para ello necesitan un equipo directivo profesional y enfocado al crecimiento. ¿Cómo se puede ayudar a los directivos a obtener información para tomar buenas decisiones? Este punto es clave. Sin una información completa, fiable y que llegue a tiempo es imposible acertar en las decisiones. Para obtenerla, necesitamos que el área de finanzas esté profesionalizada y enfocada a negocio, conozca la estrategia de la firma y se dote de una organización eficiente para facilitar la administración de los recursos y la generación de información relevante. ¿En qué sentido es importante introducir a personas con formación contable en la organización? La contabilidad es imprescindible, ya que todo lo que hacemos cada día en una empresa tiene un impacto económico. Esta rama se encarga de registrar ordenadamente esos datos para que podamos obtener información relevante, fiable, completa y útil para la toma de decisiones. Sin formación contable ese registro puede ser caótico, no fiable, impuntual o incompleto, con lo cual será imposible que las decisiones que se tomen sean correctas.