El 85% de las compañías españolas no llega a cumplir siete años de actividad, lo que les obliga a ser más ágiles y flexiblesLas aceleradoras de startups se han incorporado recientemente al ecosistema empresarial español. Una institución cuyo objetivo podría asemejarse al de los concursos de emprendedores, pero con un valor añadido: el acompañamiento de expertos en la fase de crecimiento. El mercado de trabajo está encaminado a estar mayoritariamente formado por emprendedores y freelances, reduciéndose la contratación. Así, en palabras de Francisco Alcaide, conferenciante, escritor y formador en temas de liderazgo y motivación: "La vida media de las empresas en 1940 era de 60 años, y hoy es de 15. En España, la esperanza de vida empresarial es de diez años, y el 85 por ciento de las compañías no llega a cumplir el séptimo, lo que significa que las empresas deben ser muy ágiles y flexibles para hacer frente a ese entorno cambiante". Por ello, "emprender será cada vez más una necesidad y la clave está en prepararse, rodearse de los mejores y buscar apoyo. En este sentido, las aceleradoras pueden jugar un papel importante", añade. Sin embargo, su modelo de negocio es difícil de mantener a largo plazo sin un sólido respaldo financiero. Por ello, tal y como cuenta Josep Navajo y Pablo Mancía, cofundadores del despacho de abogados Delvy Law & Finance, "el siguiente paso será la consolidación de estas instituciones, consolidando un ecosistema sano de creación de talento, proyectos innovadores, inversión y crecimiento". Diferenciación sectorial "El 60 por ciento de las aceleradoras son horizontales, es decir, dan cabida a startups de cualquier sector", tal y como cuenta Alcaide. Por su parte, las verticales se centran en un área concreta, "requiriendo de un equipo especializado", como aseguran Navajo y Mancía, motivo por el cual son menos frecuentes. No obstante, no es la única diferencia. "Mientras que las verticales tienen el foco en trabajar con la tecnología que están desarrollando y en que las entidades del sector sean los primeros clientes de las startups participantes, las horizontales se fijan más en el equipo, la ejecución y en el potencial de crecimiento", asegura Karel Escobar, responsable de Tetuan Valley en Campus Madrid.