El Congreso aprueba una ley a la alemana que otorga más poder a los trabajadoresmadrid. Los sindicatos lo estarán celebrando. Las futuras sociedades anónimas europeas, tal y como las ha regulado España, estarán fuertemente sindicalizadas. Los trabajadores tendrán el derecho, por ejemplo, a designar miembros para el consejo de administración y a oponerse a alguno o todos sus miembros. El empresario tendrá que facilitar información detallada no sólo de los aspectos laborales sino también de la estrategia financiera o comercial, aunque se considere confidencial. Y los representantes de los trabajadores no tendrán ya que ser ni siquiera trabajadores de la empresa, sino que se podrá designar a un sindicalista profesional ajeno a la plantilla.Éstos son algunos de los aspectos de la ley aprobada ayer por el Congreso para regular la implicación de los trabajadores en las sociedades anónimas europeas. Esto es, sus derechos de información, consulta, participación y demás mecanismos a través de los cuales podrán influir en las decisiones empresariales. Y que serán muchos.La aprobación de esta ley era el último requisito pendiente para echar a rodar este nuevo tipo de empresas ya que su regulación mercantil se introdujo hace un año en la ley española de sociedades anónimas.A partir de ahora, a este nuevo tipo de sociedades podrán acogerse los holdings o grandes multinacionales europeas con sedes en varios países. Los tiempos de opas y fusiones son favorables a ello, aunque el modelo aprobado no parece muy atractivo para los empresarios.Y es que, además, la ley es muy ambigua. Finalmente, no se ha dejado claro el ámbito de aplicación. ¿Qué legislación se aplica a un trabajador español de una empresa española en un centro de trabajo de Helsinki? Los autores consultados ayer por este periódico discrepan.Teniendo en cuenta que a este tipo de sociedades se le podrá aplicar la legislación mercantil de los 25 países miembros de la UE, la falta de precisión aventura no pocos conflictos. Sobre todo si se tiene en cuenta que la directiva aplicada en España es el resultado de un debate que ha durado casi 30 años y que no ha sido precisamente pacífico. "Habrá problemas jurídicos, porque no se ha querido concretar que hay que aplicar la ley española de sociedades anónimas", explicó ayer el diputado popular José Eugenio Azpíroz.ConfidencialidadAparte de la inseguridad jurídica, el Congreso ha optado por no limitar las obligaciones de información que tendrán los empresarios y aumentar las responsabilidades de los trabajadores en caso de violar el secreto de las informaciones confidenciales que reciban. "A los directivos se les exige fuertes cláusulas de confidencialidad, pero no a los sindicatos ", ironizó Azpíroz.Para el PSOE, en cambio, el texto pactado en su día en el Congreso ya recoge la confidencialidad y la reserva. Los socialistas consideran que las enmiendas del Grupo Popular ponen en duda la responsabilidad de los trabajadores a la hora de utilizar debidamente la información, "tratándolos continuamente de presuntos chivatos".