Esta validación europea no valdrá a escala nacional, lo que incrementará los costesProteger un invento, idea o proyecto es vital para una empresa, independientemente de su tamaño. Existen muchas fórmulas o mecanismos para llevarlo a cabo y, de hecho, cada país tiene su propio sistema de patentes. Concretamente, el organismo encargado de esta tarea en nuestro país es la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). Asimismo, a nivel internacional, existe la Organización Mundial de Propiedad Industrial (OMPI), mientras que, en Europa, la responsable de llevar a cabo esta misión es la Oficina de Patentes Europea (EPO). Este organismo ofrece dos opciones: la Patente Europea y la Patente Unitaria Europea -que todavía no ha entrado en vigor-. La principal diferencia entre ambas es que la primera abarca 38 países y, una vez aprobada, exige el pago de una tarifa que varía según los países en los que vaya a tener o no validez. Por su parte, la nueva patente unitaria tiene un efecto automático en todo el territorio de la Unión Europea y aspira a crear un mercado único de patentes, algo que ya comenzó a defender el ahora expresidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, durante su mandato. Sin embargo, nuestro país ha decidido no entrar en este mercado por una cuestión meramente lingüística: “España planteó la posibilidad del sistema english only -es decir, trabajar sólo con el inglés-, que finalmente no ha sido aceptado. La razón es que el inglés es el idioma que se usa en más del 75 por ciento de las patentes y, así, los que no tenemos como lengua materna una de las oficiales no estaríamos en situacón de inferioridad”, explica la directora general de la OEPM, Patricia García. Quedarse fuera de este entorno europeo puede tener graves consecuencias para las compañías y particulares de nuestro país. De esta forma, “las organizaciones españolas que quieran protegerse en el exterior podrán utilizar la nueva patente unitaria, aunque España no participe, en aquellos países que sí que la tengan”, indica García. Sin embargo, estos certificados no tendrán ningún efecto en territorio español. Entre los argumentos que esgrime Europa para que España acepte finalmente el nuevo sistema, destaca el de los beneficios que aporta a las pequeñas y medianas empresas, ya que simplifica el proceso y es más rentable. Así, en los países que han adoptado la patente unitaria, no serán necesarios los procedimientos de validación nacionales que, a su vez, conllevan más costes. Algo que deja en desventaja a las compañías españolas que vendan sus productos en la Unión, ya que afrontarán mayores costes, complejidad administrativa y otras barreras de entrada que los competidores que sí vengan de países que participan en este sistema. Subvenciones para pymes El pasado año, la Oficina Española de Patentes y Marcas registró un total de 2.882 patentes ¬fueron concedidas 2.423¬. Por su parte, la Oficina de Patentes Europea recibió 1.527 solicitudes de nuestro país, lo que representa un incremento del 3,8 por ciento con respecto al año anterior. Asimismo, se han convocado subvenciones para pequeñas y medianas empresas, dentro del programa para el Fomento de las Solicitudes de Patentes y Modelos de Utilidad en el Exterior, que durante el pasado año 2015 concedió un total de 505 ayudas económicas que corresponden a 747 iniciativas.