Los líderes políticos se acercan al deporte para mostrar su lado más humanoPasan de la poltrona al podio. Se acercan al deporte para mostrar su lado más humano, aquel que hacen visible lanzando a canasta, jugando al tenis de mesa, subiendo a un coche de rallies o retransmitiendo un partido de fútbol en la radio. Repasamos los programas deportivos de los seis líderes políticos de los principales partidos y su experiencia en el mundo del deporte. Sean del equipo que sean, pasen y lean. Rajoy, comentarista deportivo El líder del PP inició de niño su pasión por la bicicleta, al tiempo que jugaba en el colegio al baloncesto. Su amor por el ciclismo le llevó incluso a comentar alguna etapa del Tour y de la Vuelta Ciclista a España. También le hemos escuchado en el programa Tiempo de Juego de la Cadena Cope en un partido de Champions del Real Madrid contra el Shakhtar Donetsk. Su dedicación al deporte se resume en andar y en la elíptica, aunque de vez en cuando se le ve en bicicleta. En lo que respecta al fútbol, es abonado del Real Madrid desde hace más de 25 años y reparte en dosis similares su afición por los equipos gallegos del Pontevedra, Celta de Vigo y Deportivo de la Coruña. Entre sus objetivos están “fomentar el ejercicio en la infancia” y sacar adelante una ley de mecenazgo y patrocinio. La mujer es uno de sus caballos de batalla, con la intención de que ellas “practiquen más deporte y recortar la desigualdad entre hombres y mujeres” en cuanto a licencias federativas, así como los deportes minoritarios. Sánchez, del Mikasa al Spalding Tomó el balón de fútbol desde el centro de la defensa de la Ciudad Deportiva y en un potente arranque vertical acabó lanzando a canasta en el polideportivo Magariños. Esta fue parte de la infancia deportiva del candidato del PSOE, la que le hizo cambiar el Mikasa por el Spalding naranja, saltar de la cantera balompédica del Real Madrid al Estudiantes, “una de las mejores decisiones” de su vida. Sánchez, que considera a Pau Gasol como un referente deportivo “por su liderazgo en la cancha”, aboga por “no politizar el deporte”. Sus objetivos son “elaborar un Plan Estratégico para el deporte español” e “inculcarlo a edades muy tempranas, de manera que llegue a convertirse en un hábito durante los diez primeros años de vida”. Rivera: el deporte como ejemplo Se sumergió en una piscina durante ocho años para practicar natación, disciplina que alternó con el waterpolo. Las aguas no son la única afición de este barcelonés de 36 años, que tiene en las motos a otra de sus pasiones. El fútbol del Barcelona y de la selección española son otra de sus preferencias. Entre los deportistas por los que profesa admiración se encuentran Nadal, Gasol o Induráin. El líder de Ciudadanos apuesta por el deporte, al que considera que “es educación y salud”. En ese sentido, una de las ideas del partido es la promoción del deporte de base, con la realización de planes estratégicos “previo análisis de la situación de las infraestructuras y los servicios deportivos”. Rivera no se encuentra a favor de limitar los sueldos en el deporte y sí piensa que “es una buena idea” limitar los mandatos públicos a dos legislaturas. Iglesias: el deporte de barrio Su infancia en Soria le acercó al Numancia, por el que profesa un cariño especial. Su juventud le trajo a Madrid, al popular barrio de Vallecas, donde por defecto casi todos los vecinos nacen y viven con el ADN singular del Rayo Vallecano. A Pablo Iglesias le gusta correr, ejercicio que comparte con el levantamiento moderado de pesas. Futbolero y enamorado del basket (seguidor del Estudiantes), tiene entre sus referentes a deportistas de identidad tan distinta como Muhammad Alí, a un lado, o Calderón, Gasol y Nadal, al otro. Podemos ve con buenos ojos el modelo de límite salarial de la NBA y está a favor “de un reparto televisivo justo”. Asimismo, sus ideas deportivas se resumen en “adaptar la fiscalidad de los futbolistas a la del resto de ciudadanos, limitar a ocho años la permanencia en el cargo para los dirigentes deportivos e incentivar que los jugadores de Primera y Segunda tengan un nivel mínimo de estudios, como la Educación Secundaria Obligatoria (ESO)”. Alberto Garzón, la llama del 15M Es el más joven de todos los candidatos. Su experiencia personal con el deporte se reduce a partidos de fútbol y pachangas en la playa de Málaga, donde pasó buena parte de su adolescencia. Como él mismo dice, le gusta el fútbol, “pero más jugarlo que verlo”. Lo mismo le pasa con el futbolín, otra de sus conocidas prácticas de entretenimiento. Economista de 30 años, sigue estudiando Economía porque cree que “la sociedad puede y debe encontrar una mejor forma de producir, distribuir y consumir”. En su lucha por contribuir a esta búsqueda, nos topamos ante un fiel continuador de las ideas del 15M, “que habla de la necesidad de que el protagonismo sea de los ciudadanos”. En materia de Deporte, IU ha reclamado “la implicación de las instituciones más representativas del fútbol español” en la promoción e impulso de los valores de tolerancia, convivencia y el respeto para luchar contra la homofobia en el mundo del fútbol”. Herzog: la política baja al tatami El candidato a la Presidencia del Gobierno por UPyD, Andrés Herzog, no es un político al uso. Es un líder humano que aplica a la vida y a la política su formación como profesional en el judo, donde consiguió varias medallas nacionales. Fue también preolímpico en Atlanta’96 (“representar a España es una sensación muy estimulante”), gracias principalmente a su tío, quien le inculcó el amor por este deporte. Aficionado a la Real Sociedad y a la selección, prefiere las artes marciales o las prácticas deportivas de riesgo, así como correr y la bici. Entre sus planes para el deporte destacan: valorar los convenios de cesión de infraestructuras deportivas, promocionar el deporte, eliminar barreras arquitectónicas y crear programas de formación social”. Además, aplica la enseñanza en el judo a la política “con serenidad y constancia”.