Guisos clásicos como la fabada o las verdinas son el punto fuerte del localHa llegado el frío y los platos de cuchara vuelven a ser protagonistas. Uno de los principales actores en este campo de guisos reconfortantes y suculentos es el madrileño restaurante Asgaya, asturiano de vocación, aunque también con algunas concesiones a otras cocinas regionales. Un local moderno y cuidado, con una terraza cubierta abierta durante todo el invierno, donde disfrutar de un elenco de especialidades, entre las que destaca como gran estrella la fabada. Pero no estamos hablando de una fabada cualquiera. Manuel Fernández, asturiano de origen y propietario del establecimiento, se ha preocupado de dar ese toque único a este plato emblemático. Las fabes provienen de una granja del Principado, que las cultiva especialmente para ellos, y el compango también es elaborado en exclusiva para Asgaya de manera totalmente artesanal en Pola de Allende, villa natal de Fernández. Unos ingredientes a los que se suma una cocción lenta al modo de antaño, para lograr ese toque casero y auténtico que otorga a la legumbre esa textura mantecosa. Pero no todo es fabada en Asgaya, las suaves y cotizadas verdinas (finísima judía) con marisco gallego es otro de los puntales de la carta de un local que, abierto también a la innovación, ofrece otras opciones, como la lasaña de centolla gallega; ésta última es una peculiar interpretación del plato italiano, aunque conformado por verduras navarras y changurro. En cualquier caso, Asgaya -que en bable significa “abundancia”- hace honor a la generosidad de sus raciones en la más pura tradición astur. Los huevos rotos en esta casa se preparan al Cabrales, mientras que las fabes y verdinas también se ofrecen en ración degustación (10 euros). Un homenaje al producto y también a fórmulas seculares, como la merluza a la sidra con almejas o las kokotxas al pil- pil, del mismo modo que cocinan el lomo de bacalao. O el cachopo, esa especie de bocadillo cárnico tan tradicional en las mesas del Principado y que en Asgaya preparan al estilo de la villa de Allande (municipio famoso por la excelsa calidad de sus carnes). Para aquellos que sean aficionados a la innovación, Asgaya también tiene una oferta rica y variada de sesgo creativo, como el bombón de queso Cabrales, cochinillo a baja temperatura costrado con naranja sanguina o el taco de pixin con mostaza, miel y curry de manzana. Entre los postres no faltan los frixuelos con crema de arroz y limón servido con helado de canela o el tocinillo de cielo con chantilly. Correcta carta de vinos, también con etiquetas internacionales.